En busca del suelo perdido
Desde un punto de vista técnico, tocar suelo significa que los mercados se mueven en lateral con relativa amplitud entre tres y seis meses. Este tipo de formaciones suelen ser fáciles de detectar, pero no en un primer momento, lo que nos deja margen para ir tomando posiciones e ir incrementándolas a medida que se confirma la formación. Es por eso que en muchas ocasiones los analistas técnicos se mantienen bajistas, porque tienen la esperanza de ver esa confirmación de formación. Pero el mercado es un gran sabio, por lo que en más ocasiones de las que creemos no hace suelo, directamente se vuelve en uve. Dichas vueltas son imposibles de detectar, por lo menos desde una perspectiva técnica, y se producen por una irracionalidad anterior en las valoraciones o por simplemente haber descontado un escenario equivocado. A esto habría que sumar el mal uso de productos apalancados que desvirtúan los movimientos e incrementan la especulación. Personalmente considero que estamos dentro de una vuelta en uve por varios motivos: hay un componente psicológico, nadie se cree el rebote; se han producido claras divergencias en la pérdidas de los mínimos de octubre; el mercado ha rotado hacia sectores menos defensivos y el comportamiento relativo de compañías de valor frente a crecimiento, que era claramente negativo, empieza a invertirse. Hay que añadir que en toda tendencia la Bolsa tantea su media de 200 sesiones en varias ocasiones. En todo el tramo bajista sólo se han aproximado una vez. En el mercado no hay verdades absolutas. Apliquen stops y no se pierdan el que probablemente sea el mejor movimiento del año. Si estoy en lo cierto, estamos hablando de un 46% desde los 6.700 ni más ni menos, ¿eso no es una vuelta en uve?
âscar Germade. Responsable de análisis de Cortal Consors