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Inmobiliaria

Gecina aprovecha el cambio de control de Metrovacesa para anular la escisión

El consejo de administración de la inmobiliaria francesa Gecina decidió ayer suspender el acuerdo de escisión de Metrovacesa, por el que debe aportar 2.000 millones de euros en activos a la española. Seis bancos, encabezados por Santander, tienen desde febrero el 65,5% del capital de Metrovacesa.

El consejo de administración de Gecina decidió ayer dar por anulado el contrato de escisión acordado entre los principales accionistas de la inmobiliaria francesa y de Metrovacesa, a principios de 2007. En el fondo se trata de un intento por parte de la compañía francesa de mejorar las condiciones de separación de ambas empresas con los que desde el pasado mes de febrero son los primeros accionistas de Metrovacesa, seis bancos españoles.

Gecina argumenta que el acuerdo de separación con Metrovacesa fue firmado entre la familia Sanahuja, que llegó a superar el 80% del capital de la española, y Joaquín Rivero y Juan Bautista Soler, que juntos superan el 30% de Gecina. Y que al perder el control sobre Metrovacesa la familia Sanahuja dicho acuerdo debe ser anulado. Seis bancos españoles -Santander (23,6%), BBVA (10,9%), Banesto (10,9%), Banco Sabadell (10,9%), Banco Popular (10,9%) y Caja Madrid (9,1%)- intercambiaron deuda de la familia Sanahuja por títulos de Metrovacesa, hasta alcanzar el 65,5%. Sanahuja mantiene de momento el 30% de Metrovacesa que a su vez es el primer accionista de Gecina, con el 26,9%.

'Teniendo en cuenta que Gecina no es parte en este Acuerdo de Separación y no tiene por tanto ninguna obligación de poner en práctica estas operaciones, el Consejo de Administración ha decidido abandonar definitivamente la puesta en práctica de dicho acuerdo', informó en una nota de prensa la inmobiliaria francesa. 'En vista de los cambios en la situación de la empresa y del entorno económico actual', indicó, 'la implementación del acuerdo de separación sería contrario al interés social y conduciría a una situación inaceptable para la compañía'.

El acuerdo de escisión está aún pendiente de que Gecina ceda un conjunto de edificios de oficinas de París, valorados en unos 2.000 millones de euros, a Metrovacesa, a cambio de la mayor parte de la participación del 26,9% que la española tiene de la francesa.

Oposición de Metrovacesa

Metrovacesa se remitió ayer a través de un portavoz al hecho relevante publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores en diciembre de 2008, pocos días después de que Gecina advirtiera ya de su intención de oponerse al acuerdo de separación. 'La eventual modificación de la composición accionarial de Metrovacesa que pudiera llevarse a cabo', informó entonces la inmobiliaria española, 'no afecta a los derechos que se derivan del acuerdo de separación societaria ni para Metrovacesa ni para su accionista'.

La decisión de Gecina se produce poco después de que la justicia francesa embargara parte del capital de Metrovacesa en la compañía presidida por Joaquín Rivero, por una operación de compraventa de un edificio no aclarada. Además el mes pasado Rivero y Soler vendieron por 107,8 millones de euros un 49% de Bami, que aglutina su cartera de inmuebles españoles, a Gecina.

Dividendo tentador

El consejo de administración de Gecina comunicó también ayer que propondrá en la próxima junta de accionistas, que se celebrará el 20 de mayo, el pago de un dividendo de 5,7 euros por acción correspondiente a 2008, un aumento del 13,8% en comparación a 2007. Metrovacesa, que tiene casi el 27% de Gecina, tendrá que valorar si no le interesa mantener ese dividendo antes de reducir su participación en la francesa.

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