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A Fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Banquero o inspector? Esa es la cuestión

Las cajas, en busca de liquidez
Las cajas, en busca de liquidez

No habrá liquidaciones de entidades financieras. Esa es al menos la intención del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, confesada el jueves pasado en el Congreso de los Diputados.

Liquidar un banco o una caja será el último eslabón no deseado de la cadena de un rescate financiero. Lo primero será, según los planes del Gobierno, facilitar a la entidad con síntomas de debilidad una medicina preventiva. La mejor la fusión. Si no es posible llegar a acuerdos de integración, se acudirá al Fondo de Garantía de Depósitos, y finalmente, al nuevo Fondo de Reestructuración que está a punto de crear el Gobierno si llega a un consenso con el PP.

La intervención, como ocurre en medicina, supondrá ya un tratamiento quirúrgico muy agresivo, pero que puede funcionar. De hecho, en todas las crisis bancarias producidas a lo largo de la historia española, el supervisor ha evitado a toda costa liquidar alguna de las instituciones con problemas. Las que se han producido han sido solicitadas por la propia entidad ante la inviabilidad del proyecto, señalan fuentes conocedoras de una gran parte de las quiebras bancarias de las últimas cuatro décadas.

Por ello, el futuro de Caja Castilla La Mancha (CCM) parece más abocado a que pase a manos de otra caja o incluso de un banco -aunque esta posibilidad es más remota- tras una puja, que a su liquidación.

Pero a diferencia de otras crisis financieras en las que el Banco de España ha intentado salvar a la víctima, en el caso de CCM el supervisor ha optado por enviar a tres de sus inspectores para gestionar la caja, y sobre todo, para que averigüen la situación financiera exacta de la entidad manchega. No han colocado a un banquero o ejecutivo con experiencia para que lleve el día a día de la caja, como ocurrió por ejemplo en Banesto.

Los tres inspectores de CCM han relevado a su consejo de administración, cesado hace dos domingos. No así a su equipo directivo, que se mantiene. Aunque fuentes vinculadas a la intervención aseguran que una vez que se aprueben las cuentas de la institución -lo que sucederá en dos semanas- y se inicie la nueva etapa de CCM, gran parte de estos ejecutivos, entre los que se encuentra su director general, abandonarán la entidad.

Fuentes del sector se quejan de esta actuación del Banco de España. Entienden que lo mejor para que CCM mantenga su negocio y evite fugas de clientes es poner al frente a un gestor con experiencia bancaria como sucedió en 1993 con Banesto. En esa ocasión se colocó a todo un equipo del ya desaparecido BBV, capitaneado por Alfredo Sáenz, hoy vicepresidente y consejero delegado de Santander.

'La caja debe evitar a toda costa perder depósitos y clientes. Y la mejor vía para ello es colocar a un banquero o directivo de una caja. No haría falta descabezar otro banco, el sector financiero español está lleno de prejubilados con algo más de 50 años totalmente preparados y de reconocido prestigio para dirigir temporalmente la entidad', señalan expertos consultados.

Fuentes de la supervisión aseguran que la intervención se hizo con bastante premura ante la frustrada operación de fusión con Unicaja. Por ello se optó por colocar a tres inspectores del Banco de España en vez de buscar a un ejecutivo del sector.

La intervención se hizo con tanta urgencia, explican varias fuentes, que Juan Pedro Hernández Moltó, presidente de CCM, no tuvo conocimiento de ella hasta el propio domingo, cuando fue requerido por el Banco de España para presentar unos papeles y, de camino a Madrid, fue avisado de la medida.

El rescate de CCM abre una puerta a los bancos. La asimetría existente hasta ahora entre este sector y las cajas parece que se ha roto. Los bancos ya pueden comprar cajas. Eso es la menos lo que aseguran varios expertos, incluso entre las instituciones de ahorro y la banca. Hasta ahora eran las cajas las que habían comprado bancos, sobre todo, en la etapa de reestructuración de los segundos.

Los bancos pueden adquirir todos los activos de una caja. Y no pondrían inicialmente ninguna pega si además conservasen la marca. Sólo con una condición. Delante de la palabra caja tendrían que registrar el concepto banco. 'Así nadie se llevaría a engaño. No se puede confundir al cliente. Las cajas tienen una naturaleza jurídica distinta a la de los bancos, por ello, debe incluirse en la marca que es un banco con el que se operas y no una caja. Este pequeño detalle salvaría los posibles impedimentos de mantener la marca de una entidad de ahorro', coinciden varias fuentes financieras.

Y como ejemplo citan al portugués Caixa Geral de Depósitos, que tiene naturaleza de banco, por lo que en España se denomina Banco Caixa Geral. Un ejemplo contrario es la valenciana Bancaja.

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