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Tendencias

La crisis no es razón para pagar menos en el divorcio

Cuando un hombre de negocios especula con la pensión de divorcio para su ex esposa, ¿por qué debería un tribunal liberarle de las consecuencias de su especulación reescribiendo el acuerdo?', se preguntan los jueces del tribunal de apelación en la sentencia que desestima la petición de Brian Myerson, el ex máximo responsable ejecutivo de Principle Capital, para renegociar los términos de su divorcio.

Myerson intentaba reducir los 12,2 millones de euros que acordó pagar a su mujer el año pasado cuando dieron por acabado su matrimonio de 26 años. El valor de su parte en el acuerdo de divorcio cayó a 1,28 millones de euros en 10 meses.

'Apostó su dinero a rojo, y la ruleta acabó en negro', explica Julian Lipson, jefe del equipo de abogados matrimonialistas de Withers, que no participa en el caso. 'Fue un arreglo injusto, pero la decisión la tomó él'.

Otros están teniendo más suerte. Lipson cuenta que su firma recibió en noviembre y diciembre tres veces más peticiones de revisión de las que normalmente tiene. Si uno representa a alguien que ganaba 880.000 euros y ahora gana 165.000, 'tiene un argumento bastante bueno para hacer un cambio a la baja, y el abogado de la mujer aconsejará negociar', señala Jane Craig, socia de Manches.

Inglaterra se convirtió en 2006 en una de las jurisdicciones más lucrativas del mundo en materia de divorcios de ricos. Un par de fallos judiciales marcaron la pauta al facultar a la esposa para recibir una parte de los beneficios de toda la vida de su ex pareja, y permitieron que los acuerdos de divorcio reflejaran las expectativas de la esposa de mantener un estilo de vida adinerado.

Beverly Charman, ex esposa del máximo ejecutivo de Axis Capital, John Charman, obtuvo una compensación récord de 52 millones de euros en 2006. Ella argumentó que necesitaba 765.000 euros anuales para vivir igual que durante los 27 años de su matrimonio.

En los buenos tiempos, las peticiones para revisar los acuerdos eran escasas porque no justificaban las costas legales. 'Los maridos tendían a hacer solicitudes porque la mujer tenía un novio, o estaba viviendo con alguien o había empezado a trabajar', dice Simon Pigott, socio de Levison Meltzer Pigott en Londres.

Jim Moore, un inversor, asegura que no puede permitirse los 5,1 millones de euros que debe pagar a su ex esposa, Kim, los tres próximos años. Ella recibió la mayor parte de los activos de la pareja en dinero y él en propiedades.

Cada vez más, los casos se resuelven fuera de los tribunales. 'Los hombres normalmente tienen buenas razones para pedir y las mujeres lo han entendido', apunta Pigott, quien dice que solo dos de los clientes que pidieron revisar los términos del divorcio eran mujeres.

'Para la parte financieramente más débil, no es un buen momento para divorciarse, porque conseguirá menos', advierte Lipson. 'Para la parte más sólida, sí, debería divorciarse ahora, pero muchas de esas personas tienen un montón de otros problemas con que lidiar'.

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