La cumbre declara la guerra a paraísos fiscales y burbujas especulativas
La Declaración de Londres incluye un calendario detallado para reformar la regulación financiera y dejar fuera del mercado las prácticas más especulativas y descontroladas. El G-20 también se ha marcado la tarea de acabar con los paraísos fiscales.
El acuerdo fraguado en Londres establece plazos precisos y perentorios para que todos los miembros del G-20 endurezcan las exigencias de capital mínimo en el sector bancario (en línea con las aplicadas en España); establezcan órganos de control de las agencias de calificación; impongan normas de trasparencia a los fondos de alto riesgo (hedge funds); controlen los sistemas de remuneración en el sector financiero; y se comprometan a tomar represalias contra los paraísos fiscales.
Para el primer ministro británico, Gordon Brown, las medidas pactadas bajo su batuta supondrán el final de las 'zonas de sombra' en los mercados financieros y convertirán 'el secreto bancario es ya una cosa del pasado'.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reivindicó un especial protagonismo en los acuerdos de la cumbre contra los paraísos fiscales. 'Marcan el principio del fin de la impunidad fiscal', aseguró.
La OCDE publicó ayer mismo la lista de paraísos o jurisdicciones que no cooperan fiscalmente, entre los que figuran Gibraltar, Andorra, Mónaco y Liechtenstein. En un grupo intermedia aparecen Austria, Bélgica, Luxemburgo y Suiza, mientras que en la lista negra están Costa Rica, Filipinas, Uruguay y una zona de Malasia. Zapatero aseguró que si esos países no cambian, 'vivirán momentos muy difíciles y desagradables'. En España, según un informe de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), los cinco países más utilizados para librarse del fisco son Liechtenstein, Andorra, Gibraltar, Luxemburgo y Suiza.
La Declaración fue más concreta en la lucha contra prácticas especulativas o de alto riesgo. 'Se pone fin', según el presidente de EE UU, Barack Obama, 'a la economía basada en ciclos de burbujas y estallidos'.
El G-20 acordó transformar el actual Foro de Estabilidad Financiera en un nuevo órgano de coordinación de los reguladores, con capacidad para alertar tan pronto como identifique un punto vulnerable en los mercados financieros. Durante esta primavera, ese nuevo foro realizará junto al FMI el primer ejercicio de 'alerta temprana'.
El calendario pactado prevé que antes de final de año se inicie la reforma de las normas contables, para despojarlas de los elementos que contribuyen al carácter procíclico en los resultados del sector financiero. Con el mismo objetivo y el mismo plazo, se fijarán directrices para obligar a los bancos a aumentar sus reservas durante las épocas de bonanza.
Este año también deberán aplicarse los principios pactados para intentar garantizar que los salarios de los ejecutivos del sector financiero 'son coherentes con los objetivos a largo plazo de las entidades y la asunción prudente de riesgos'. El acuerdo reclama una publicación 'clara, amplia y puntual' de los detalles de los salarios. Zapatero aseguró que esa información terminará 'con los excesos inaceptables que se han producido y que, en buena parte, son causantes de la crisis del sector financiero'.
Más control
Bases de un acuerdo:- Garantizar la fortaleza de los 'sistemas reguladores internos' y 'reforzar el sistema financiero'.- La supervisión se 'extenderá también a las agencias de calificación de riesgo'.- Se ampliará la regulación de todas las instituciones financieras, instrumentos y mercados importantes, lo que incluirá por primera vez los fondos de alto riesgo.- Se tomarán medidas contra los paraísos fiscales y los países opacos.