El Senado francés amplía la prohibición de las 'stock options' a los directivos que hayan recibido ayudas
El Senado francés se rebeló ayer contra el Gobierno y votó a favor de una enmienda que prohíbe las 'stock options' a los directivos de empresas que hayan recibido ayudas públicas y va más allá del decreto aprobado por el Ejecutivo a principios de esta semana.
La enmienda, presentada por el presidente de la comisión de finanzas y antiguo ministro de Economía, el centrista Jean Arthuis, salió adelante por 185 votos procedentes de las filas de la Unión Centrista (UC), la oposición de izquierdas y el grupo de los Radicales, frente a los 155 votos en contra de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), que no cuenta con mayoría en la Cámara alta.
Ni la UMP ni el Gobierno, a través del ministro de Presupuesto, Eric Woerth, lograron paralizar la iniciativa, por lo que por primera vez en lo que va de legislatura la mayoría parlamentaria ha sido derrotada en el Senado al no contar con el apoyo de su socio centrista.
El decreto adoptado por el Gobierno para prohibir las 'stock options' hasta 2010 a los directivos de sociedades apoyadas por el Estado se consideraba insuficiente por sindicatos, izquierda y una buena parte de la propia UMP.
Afecta a seis bancos auxiliados por el Estado
El texto del Ejecutivo afecta a los seis bancos auxiliados por el Estado, los constructores automovilísticos y las empresas públicas pero no a las sociedades que reciben ayudas del llamado Fondo Estratégico de Inversión (FSI) ni a las subcontratas de los sectores antes mencionados, algo que sí hace la enmienda del Senado.
Ahora la Comisión mixta paritaria deberá pronunciarse sobre la enmienda y, si prospera, obligará al Gobierno a publicar un nuevo decreto para corregir el del pasado 31 de marzo.
"No estamos en una carrera de velocidad entre los poderes ejecutivos y legislativos. La situación es lo suficientemente grave como para no entrar en este tipo de debate", dijo el ministro de Presupuesto durante el debate, en el que pidió al ponente retirar la enmienda para no crear "confusión".
El texto, según su redactor, pretende que el dinero de los contribuyentes no pueda destinarse a financiar remuneraciones abusivas ni a ofrecer 'bonus' excepcionales. Los socialistas se han sumado al mismo a pesar de que sus propuestas eran aún más exigentes.