El presidente navarro quiere que su cargo sea incompatible con la presidencia de CAN

Los políticos fuera de las cajas. Esta es la máxima que parece extenderse entre los legisladores y también entre los responsables de las entidades de ahorro. Un buen ejemplo de esta tendencia es la declaración de ayer del presidente de la comunidad foral de Navarra. Miguel Sanz, que también preside Caja Navarra (Can) defendió que 'las cajas se profesionalicen y se alejen del poder político'.

Para demostrar que su propuesta no es una mera declaración, Sanz se comprometió a hacer una reforma estatutaria para que el presidente del Gobierno foral deje de ser presidente de Caja Navarra.

En un almuerzo organizado por el Foro Nueva Economía, Sanz, explicó que ya ha iniciado los trámites para la citada modificación normativa. Su propuesta es que el presidente del consejo de administración y del comité ejecutivo sea nombrado por los consejeros, 'a fin de que, desde su profesionalidad, puedan elegir a la más persona más idónea'. También pretende que los consejero no ostenten ningún cargo público.

La iniciativa de Miguel Sanz se produce tan sólo unas horas después de que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, criticara con dureza la actitud de los partidos políticos respecto a Caja Castilla La Mancha. En su opinión, la falta de discreción de los consejeros en la entidad dificultó el proceso de fusión con Unicaja y acabó provocando la intervención de la entidad financiera.

Para evitar las injerencias políticas en la gestión de las cajas de ahorros, el Gobierno está estudiando modificar la ley estatal de cajas, para descender notablemente el límite máximo de representantes de cargos públicos en los consejos de administración. Ese tope está fijado actualmente en el 50%.

En Madrid, el líder de los socialistas, Tomás Gómez, también ha pedido una reforma para profesionalizar la gestión de las cajas.