Financiera y Minera mantendrá empleo pese a caer un 18% en ventas
La crisis del ladrillo le ha supuesto a Financiera y Minera (FYM), la filial española de la cementera italiana Italcementi, una caída del negocio del 18% el pasado año, hasta los 298 millones de euros. Pese a ello, la empresa tratará de mantener su actividad en España sin recortes de empleo ajustando costes, reforzando las exportaciones y redoblando su apuesta por la innovación. Así lo explicó ayer en Sevilla Fabrizio Pedetta, consejero delegado de FYM, quien añadió que los beneficios retrocedieron un 25%, hasta los 67 millones. Los resultados fueron mejores a nivel internacional, con una caída cercana al 4% en ventas (5.700 millones de euros), y del 20% en resultados.
Financiera y Minera, con 800 empleos en España y plantas en Andalucía y País Vasco, ha logrado recortar facturación por debajo de la caída del consumo (23,8%) gracias a un incremento del 12% de las exportaciones tras activarse las ventas a distintos países de África desde el puerto de Málaga. Para este año, la firma intentará parar el descenso de la demanda por esta misma vía, aunque también se ha puesto en marcha un plan de recorte de costes con medidas como la congelación de sueldos de los directivos y una mayor reutilización como combustibles de los residuos que genera la actividad cementera.
Otra vía firme de futuro es la innovación, un apartado que ya aporta el 7,3% de las ventas con productos como los cementos descontaminantes o los autolimpiantes, que les permiten diferenciarse. Fabrizio Pedetta anunció en este sentido que la firma pondrá en marcha en breve una fábrica de aditivos químicos en el municipio malagueño de Villanueva del Trabuco para la fabricación de estos cementos mejorados. Esta planta ha supuesto una inversión de cinco millones de euros.