La crisis destierra las corbatas atrevidas al fondo del armario
Los expertos aconsejan acudir a las entrevistas de trabajo con ropa formal que exprese seriedad y poco riesgo.
Una buena ropa puede ayudarte a sentirte más seguro y a mejorar tu actuación'. Es uno de los mandamientos de estilo que el diseñador Giorgio Armani revelaba hace un par de años al periódico londinense The Times. El código de estilo de este icono de la elegancia ha guiado a muchos hombres de negocios en un pasado próspero. En tiempos difíciles, con miles de empleos desaparecidos, conviene no saltárselo.
En los años de bonanza, una raya más ancha en la camisa o un color atrevido en la corbata hubiera sugerido una persona que apuesta fuerte, amante del riesgo. Pero, cuando asumir riesgos no está bien visto y los empleos están contados, los expertos aconsejan traje sencillo, de color negro o azul marino, para los hombres, y falda seria, chaqueta y blusa para las mujeres. 'En tiempos de crisis, debemos evitar vestir demostrando derroche o despilfarro', señala la asesora de imagen y estilista Marian Beigbeder.
La ropa ha sido protagonista de intensos debates en el mundo de la empresa: qué transmitir con el vestir a la hora de buscar empleo o si usar prendas formales o informales el último día de la semana, pero en momentos de fuerte competencia en el mercado laboral, el consejo de los profesionales es optar por lo seguro y vestir de manera formal. Hay estudios que señalan que en las entrevistas de trabajo, del mensaje del candidato, el 12% de lo que permanece es palabra, mientras que el resto es imagen, gesto e indumentaria. Con independencia de la crisis. 'Vivimos en una sociedad dominada por lo visual', precisa Francisco López, director general del Grupo Comunicación Integral Plus.
Haciendo caso a las declaraciones de Sandy Ruddock, fundadora de la consultora Public i, que recoge la agencia Reuters, las organizaciones no quieren ahora algo diferente, 'quieren lo que conocen'. Quienes hacen las entrevistas de trabajo en estos tiempos tienden a ser ejecutivos mayores, más conservadores, que han eludido los recortes de empleo porque sus despidos son demasiado caros. Estos profesionales se inclinan a contratar a candidatos de aspecto sólido y fiable. 'Siempre rechazamos lo diferente y quien diga lo contrario, miente. Las organizaciones buscan a sus iguales, cuanto más te parezcas a cómo visten y cómo actúan las personas de tu organización, más posibilidad de éxito tendrás, a pesar de las alabanzas que escuchemos a la diversidad', opina Remedios Torrijos, profesora de Comportamiento Organizacional de IE Business School.
La vuelta a la ropa más formal para afrontar las entrevistas de trabajo se ha traducido en una menor inversión en complementos. Francisco López pone como ejemplo los relojes, que deben ser menos grandes y ostentosos, en el caso de los caballeros, o no llevar demasiadas pulseras, en el de las damas.
Son recomendaciones, en cualquier caso, que los expertos hacen con o sin crisis. 'Ahora hay menos oferta y más demanda, luego tendremos que mostrar nuestra empleabilidad de forma más clara', apunta Remedios Torrijos.
En la línea de no desentonar en ningún contexto económico, destacan la necesidad de afrontar la compra de ropa como una inversión. En la tienda londinense Debenhams, la venta de camisas blancas ha aumentado un 50%. 'La clásica camisa blanca ha volado de las estanterías. Tiempos serios piden ropa seria', asegura un portavoz del establecimiento. Francisco López siempre recomienda invertir en camisas y no comprar a lo loco. 'Con prendas a medida vas impecable'. Para Marian Beigbeder, 'las estadísticas desvelan que las personas solo aprovechan un 15% de lo que tienen en su armario y es algo que ahora no podemos permitírnoslo, debemos estudiar las formas, colores y estilos que nos favorecen y salir a comprar con un presupuesto y unos objetivos muy claros de la mano de un asesor de imagen'.
La importancia de cuidar los detalles
La manera de vestir tiene que ser adecuada al puesto de trabajo, coinciden los especialistas. No viste igual un creativo publicitario que un ejecutivo o un banquero, explica Francisco López. Siempre, eso sí, cuidando los detalles.Empezando por la higiene. Las manos con las uñas cortas, mejor de manicura, y los dientes, blancos. A la hora de estrechar la mano, el apretón tiene que ser fuerte, incluso en el caso de las mujeres, y nunca tiene que estar húmeda, según Pilar de Benito, autora de la Guía de Estilo, protocolo y etiqueta en la empresa (Ciss Praxys-Especial Directivos).Igual de importantes son la expresión facial y corporal. 'Los gestos de la cara indican el estado de ánimo', recuerda esta experta en protocolo. Hay que mirar a la cara, sentarse de manera correcta y no gesticular demasiado. 'Los gestos deben apoyar las explicaciones'.Por supuesto, de un candidato a un puesto de trabajo se espera puntualidad, llegar entre 5 y 10 minutos antes para relajarse. Desconectar el móvil y no mascar chicle. Para Pilar de Benito, además, igual de importante es la entrada al lugar donde se va a celebrar la entrevista, sin portazos, sin hacer ruidos con la silla, como la salida, que puede echar a perder el comportamiento anterior.'A veces la selección depende de las habilidades sociales', recuerda. En grandes firmas, no es extraño pasar una cena con un experto en protocolo para saber si el candidato sabe comer o mantener una conversación en la comida.
Vuelve lo formal
Tirar de fondo de armario. La asesora de imagen Marian Beigbeder considera que es el momento de sacar a relucir el fondo de armario combinándolo con adquisiciones mínimas que se adapten al presupuesto. Deben ser prendas flexibles aptas para cualquier ocasión, profesional o personal.
El modelo Obama. Ropa más formal y colores más sobrios. La tendencia se está notando en la vestimenta de los políticos. Los Obama son una referencia. 'Están volviendo a traer parte de esa anticuada ropa de domingo', según Sandy Ruddock.
Zapatos y complementos. El calzado debe estar limpio y no desentonar con la ropa. En el caso de las mujeres, conviene no llevar tacones muy altos. Fuera bolígrafos del bolsillo de la chaqueta y, en complementos, mejor una buena cartera.