Banco de España: "Hay que estar preparados para reestructurar entidades medianas y pequeñas"
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, advirtió esta mañana durante su intervención en el Foro Cinco Días de que dada la magnitud e intensidad de la crisis financiera mundial "deberíamos prepararnos para emplear más recursos públicos que en ocasiones anteriores" para reestructurar algunas entidades "de pequeño o mediano tamaño".
El gobernador insistió en que uno de los retos del sistema financiero español es conseguir su reestructuración "ordenada en los próximos años". La solidez de nuestro sistema financiero, cuyo comportamiento tanto en términos de solvencia como de rentabilidad ha sido, desde el inicio de la crisis, "netamente mejor" que el de otros países de nuestro entorno, "no excluye la necesidad de su reestructuración", afirmó.
Por otra parte, aseguró que las disputas políticas en el seno de las cajas de ahorros "no son positivas en absoluto", por lo que hizo un llamamiento a la "contención" de los políticos. Arremetió contra ellas porque "le pueden acabar costando dinero al contribuyente", e insistió en la necesidad de que determinados procesos se lleven a cabo "con total discreción". No hizo alusión expresa al conflicto por el control de los órganos de gobierno de Caja Madrid que ha llegado a los tribunales, pero dijo que las disputas generadas en torno a la Caja de Castilla-La Mancha (CCM) "y otras cajas" son negativas tanto para las entidades en cuestión, como para el sector financiero en su conjunto.
"Profunda contracción"
Fernández Ordóñez dijo que las previsiones que hará públicas el próximo viernes la entidad que dirige "no harán sino constatar que estamos en una profunda contracción", y aseguró que el paro registrará niveles preocupantes, por lo que es necesaria una "profunda reforma estructural y laboral".
"Desde hace meses, cada nueva proyección que se hace sobre la economía supone una corrección a la baja de la anterior", sentenció. Por ello, afirmó que las reformas estructurales son "necesarias y urgentes" para rebajar el coste de la deuda y para que no se retrase "innesariamente la recuperación".
En cualquier caso, aseguró que pese a las dificultades que hay para predecir el comportamiento de la economía, es necesario hacerlo para conocer la intensidad de la crisis y "calibrar" las medidas que hay que tomar para salir de ella.
"Durante 20 años se han estado registrando altas tasas de crecimiento. Nadie pudo imaginar que ocurrieran fallos de mercado de naturaleza sistémica global que han conducido al desplome de la producción y el comercio mundial", sentenció.
Para Fernández Ordóñez es evidente que la crisis internacional ha afectado a la economía española, pero en España la contracción afecta "con más celeridad" a la actividad inmobiliaria y constructora. Apuntó además que el "elevado endeudamiento" de las empresas y las familias "lastra ahora sus decisiones de consumo e inversión". Esta situación, añadió, se ve "agravada" por el deterioro de la confianza, lo que "pospone los planes de gasto y refuerza el ahorro".
Corregir el mercado laboral
Fernández Ordóñez, advirtió además de que las cifras de paro serán "muy preocupantes" si no se flexibiliza, "al menos durante la crisis", la aplicación de los convenios colectivos para que empresarios y trabajadores alcancen acuerdos temporales. Con estos acuerdos, aseguró que será posible proceder a "ajustar las condiciones laborales a cambio de mantener los niveles de empleo o, al menos, suavizar su reducción".
En este entorno de "profunda contracción" de la economía, advirtió, el mejor camino para restaurar la confianza pasa por el "análisis sosegado y realista" de los problemas y por el "reconocimiento del impacto real" de la crisis y de los desafíos que plantea.
Igualmente, sería necesario favorecer la nueva contratación, de modo que los trabajadores que han perdido su empleo encuentren pronto el retorno a la actividad, evitando situaciones prolongadas de desempleo.
Con medidas de este calado se debería contener el número de despidos y frenar el cierre de empresas y no aumentar las trabas administrativas, para que cuando comience la recuperación se traduzca en aumentos de la actividad y el empleo.
Cumbre del G-20
En cuanto al G-20, que se celebrará el próximo 2 de abril en Londres, Fernández Ordóñez, estimó que la aportación del Gobierno español "puede ser muy importante", tanto en la reforma del sistema financiero mundial como en los acuerdos que se puedan derivar del Fondo de Estabilidad Financiera.
En su opinión, "habrá un gran acuerdo" en cuanto a la regulación financiera que derivará en una supervisión más estricta, encaminada a evitar el exceso de endeudamiento, que ponga de manifiesto el compromiso de los líderes y banqueros centrales de todo el mundo para evitar que vuelva a producirse una crisis como la actual.
A su parecer, la cumbre de Londres no va a sacar a la economía mundial de la crisis, pero de cara a la población significa decir que los países no quieren que pase otra vez esto, por lo que pondrá de manifiesto que los líderes del mundo están dispuestos a cooperar, y eso va ser "un gran paso".