Dieta equilibrada para la banca
Los bancos y las cajas españoles tienen concedido crédito a los sectores residentes por valor de casi 1,9 billones de euros, casi dos veces el producto interior bruto, cuando hace diez años el crédito vivo era escasamente igual al PIB del país. La fuerte demanda de inversión, excesivamente concentrada en activos inmobiliarios, aprovechando los tipos de interés tan bajos durante tanto tiempo en un país desacostumbrado a precios del dinero tan asequibles, ha sido un gran negocio para la banca. Pero también ha provocado un crecimiento desmesurado del sector, que ahora, en plena crisis económica y financiera, está obligado a recortar el tamaño de sus balances para poder sobrevivir. El exceso de capacidad que tiene, tal como ayer reconoció el presidente de la patronal bancaria, Miguel Martín, debe ser corregido con un plan de adelgazamiento durante los próximos años. Red de oficinas y volúmenes de crédito deben reducirse, porque también lo hará la demanda de la economía, como condición imprescindible para mantener los trabajosamente ganados ratios de solvencia.
Gobierno y Banco de España deben negociar con el sector diversas fórmulas (fusiones, compras de activos, recapitalizaciones) que garanticen el saneamiento preventivo del sector, para que el buen desempeño mostrado durante dos años de crisis no se eche a perder.