Un euríbor que beneficie a todos
El acceso a la vivienda es uno de los temas permanentes en las preocupaciones de los españoles en general. Cuestión que se ha recrudecido con la crisis del sector, la crisis financiera y el drástico recorte de los préstamos hipotecarios por parte de las entidades financieras. Y la inversión de las empresas es un elemento fundamental en el crecimiento de un país.
Aunque el problema actual para un número creciente de españoles y de empresas, y se podrá decir más alto, pero más claro no, es poder pagar sus deudas.
En este contexto, las Administraciones locales, autonómicas y la central han sacado nuevos planes dirigidos a paliar esta situación, aunque la realidad es que en muchos casos se queda en papel mojado, en medidas a destiempo, como por ejemplo la subida de los módulos de vivienda protegida o cuando se convierten en un confuso y largo peregrinaje de papeleo por los distintos organismos.
Tal vez es ahora el momento de buscar iniciativas directas que repercutan de manera inmediata en las economías de los españoles. Un dato relevante, el euríbor está bajando drásticamente, más de un 30%, pero aquellos que revisaron su hipoteca en septiembre de 2008, mes del pico máximo, con un euríbor al 5,38%, se encuentran ahogados hasta que llegue de nuevo la revisión. Y no se pueden beneficiar de manera inmediata de la situación actual, por debajo del 2%, ni de que el Banco Central Europeo siga bajando los tipos de interés.
Y quién sabe, y no se lo deseamos a nadie, si pasarán a engrosar la lista creciente de morosidad, que ya ronda el 4% y se eleva al nivel más alto de los últimos 11 años.
¿Es posible diseñar alguna iniciativa pública, en coordinación con las entidades financieras, que permitiera a las familias y empresas españolas beneficiarse de manera inmediata de la brutal bajada de los tipos de interés, independientemente de la fecha que figure en la cláusula de revisión de la hipoteca, con la consiguiente rebaja de las cuotas mensuales?
Esto sería muy bueno, en primer lugar para las familias y empresas, porque mejoraría sustancialmente, desde el primer momento, la renta disponible y también sería bueno para las entidades financieras, ya que podría evitar, o por lo menos minorar, los impagos de los préstamos hipotecarios, al consumo o a la inversión.
A modo de ejemplo, el ahorro medio se estima en 280 euros al mes, o 3.360 euros al año para una hipoteca media de 150.000 euros. Con los tipos máximos de septiembre de 2008 al 5,38%; los de diciembre de 2008 al 3,45%, y los de febrero de 2009 al 2,13%, el diferencial medio sobre el euríbor a un año es +0,50. A un plazo medio de la hipoteca de 27 años.
Como dato relevante, la dudosidad del crédito para la adquisición de vivienda ascendía en el mes de diciembre de 2008 al 2,36% frente al 0,72% de 2007, según datos de la Asociación Hipotecaria Española.
Otra ventaja, y no despreciable, es el efecto multiplicador de la medida, ya que mejorando esa renta disponible de los hogares y las empresas y dedicando ésta al pago de las deudas, al consumo o a la inversión, invertimos el círculo pernicioso actual y se inyecta más liquidez al sistema.
Luis Corrral Anuarbe. Consejero delegado de Foro Consultores Inmobiliarios