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Tribuna
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Reinventarse o morir

Aunque España sigue siendo uno de los principales actores mundiales del sector textil, la crisis económica ha provocado una bajada de la demanda interna del 5,8% en 2008 y una caída de la producción a 10.390 millones el pasado año, según Cityc. A ello hay que añadir que la mayor parte de las 3.750 empresas que conforman el sector son pymes de carácter familiar, con una facturación en 2008 de alrededor de 6.000 millones de euros, y que ahora más que nunca deben concentrarse en tres pilares: la innovación, la internacionalización y la visibilidad de marca.

La innovación en el textil y la confección tienen aún mucho recorrido. Son sectores en pleno cambio estratégico, en busca de los factores diferenciadores que aseguren su permanencia y futuro crecimiento industrial. En este proceso de mantenimiento del liderazgo en creatividad, calidad y productividad, la innovación desempeña un papel determinante. A pesar de que en España la coyuntura es favorable a la I+D+i, el insuficiente uso de la innovación como instrumento de dinamismo y fortalecimiento de la actividad textil son en la actualidad factores que retardan el impulso que requiere el sector.

Consciente de la relación directa entre innovación y competitividad empresarial, el sector se ve obligado a estar siempre a la vanguardia de las tendencias, invirtiendo más de la mitad del total del presupuesto en la innovación.

Es hora de innovar también en la gestión del cliente, dotando a nuestras marcas de valor y con la puesta en marcha de iniciativas que hagan posible la interactividad con el cliente, una esmerada atención personalizada y fidelizando con servicio, lo que impactará positivamente en nuestra imagen.

El sector textil necesita replantear también su estrategia de internacionalización. Los últimos datos presentados por Cityc muestran un incremento en el volumen de las exportaciones en 2008, alcanzando los 8.005 millones de euros, frente a los 7.814 millones de euros registrados en 2007. Frente a todo pronóstico, en los próximos años se prevé un incremento del número de empresas españolas que optarán por la internacionalización como vía de desarrollo.

Ahora bien, la internacionalización requiere de financiación y si bien en 2008 el capital riesgo adquirió gran protagonismo en el sector textil, en 2009 la situación ha cambiado. La industria del private equity se plantea ahorrar costes, lo que junto con el hecho de que la rentabilidad de las inversiones en el sector moda son siempre a largo plazo, hacen poco probable que veamos en un futuro próximo movimientos importantes de la mano de empresas de moda.

Otra de las bazas a esgrimir para permanecer en el mercado es el fomento de la visibilidad de marca por parte de fabricantes y diseñadores. Son de agradecer en el proceso de internacionalización las pasarelas de moda, imprescindibles para la comercialización internacional, así como las políticas que llevan a cabo las diferentes departamentos de Economía y Empleo de las comunidades autónomas.

Innovación, internacionalización y visibilidad de marca facilitarán al sector textil la conquista del mercado, caracterizado en estos tiempos por hábitos de consumo que priman por encima de todo la calidad de diseñadores y fabricantes.

Moisés I. Amselem Elbaz. Consejero delegado del Grupo Nupcial Novissima

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