El 8% de los fondos del plan de activos tóxicos de EE UU serán privados
En torno a un 8% de los fondos aportados al plan del gobierno de Estados Unidos para retirar activos tóxicos del sistema bancario procederán del sector privado, según anunció la asesora económica de la Casa Blanca, Christina Romer.
El departamento del Tesoro anunció hoy un programa de inversiones públicas y privadas que comenzará con 500.000 millones de dólares y podría llegar a 1 billón (737.342 millones de euros) para la compra de "activos tóxicos" procedentes del sector inmobiliario.
El plan, que fue anunciado a primera hora de esta mañana en su página de internet , indica que el Gobierno usará para este menester entre 75.000 y 100.000 millones de dólares del rescate financiero aprobado en octubre pasado por el Congreso, y que espera la participación del sector privado.
Este nuevo programa de la Administración de EE UU pretende maximizar el resultado de las operaciones para los contribuyentes, compartir los riesgos y beneficios del plan con el sector privado y, gracias al efecto de competencia entre operadores privados, evitar el pago de un sobreprecio por parte del Gobierno mediante el establecimiento de precios competitivos.
En concreto, el programa contempla un primer ámbito de actuación mediante la compra de préstamos, lo que permitirá "limpiar" los balances de las entidades de créditos problemáticos y reducir la incertidumbre vinculada a estos activos.
A este respecto, el Tesoro confía en atraer inversores privados como fondos de pensiones, aseguradoras y otros inversores a largo plazo que permitan la creación de fondos de inversión publico-privados que contarán con la supervisión y el asesoramiento del FDIC a la hora de comprar estos activos a los bancos.
Asimismo, los inversores contarán con financiación patrimonial por parte del Tesoro y del sector privado, mientras que el FDIC proporcionará garantías para la deuda emitida por estos fondos público-privados a la hora de financiar la compra de activos. El Tesoro señaló que pretende proporcionar el 50% del capital patrimonial de cada fondo, aunque serán los inversores privados los que controlarán la gestión de los activos bajo una "rigurosa supervisión de FDIC".
De este modo, el proceso de compra de estos préstamos seguirá una secuencia en la que los bancos primero deberán identificar los activos que desean vender, que serán adjudicados en subasta a la oferta más elevada, mientras que FDIC otorgará garantías de financiación.
Otro segundo campo de actuación del nuevo programa se refiere al segmento de valores y el objetivo del programa es reabrir los mercados para este tipo de activos, permitiendo a los bancos y otras instituciones financieras liberar capital y estimular la concesión de nuevos créditos.
En este sentido, el Tesoro explicó que la Fed ampliará su programa actual de crédito para la financiación de compras de titulizaciones hipotecarias por parte de inversores para incluir titulizaciones de hipotecas residenciales (RMBS) y valores respaldados por activos (ABS) que no correspondan a agencias gubernamentales como Fannie Mae o Freddie Mac y que contaran con una calificación 'AAA'.
El secretario Timothy Geithner, en un artículo que publicó el diario The Wall Street Journal , indicó que el Programa estatal-público de Inversión (PPIP por sus siglas en inglés) "adquirirá a los bancos y a los mercados los préstamos relacionados con las hipotecas" depreciadas.
La aportación inicial del Gobierno se espera que "genere 500.000 millones de dólares en poder adquisitivo (...) con el potencial de expandirse hasta 1 billón de dólares" para la adquisición de préstamos hipotecarios y otros activos.
"Esto es parte de los esfuerzos para reparar los balances en todo nuestro sistema financiero, y asegurar que haya crédito disponible para los hogares y las empresas, grandes y pequeñas, que nos llevarán a la recuperación", destaca hoy el Tesoro.
Geithner, en su artículo del WSJ, sostuvo que no puede resolverse la crisis financiera actual "sin permitir que los inversores asuman riesgos". "Si bien esta crisis la causaron los bancos que tomaron demasiados riesgos, el peligro ahora es que no quieran correr riesgo alguno", añadió.