Bruselas acucia a las empresas españolas a inscribirse en su registro de lobbies
La Comisión Europea instó ayer a las empresas españolas a inscribirse en el registro de lobbies o grupos de interés del organismo comunitario. Bruselas echa en falta la presencia en ese listado de firmas tan importantes como Endesa, Iberdrola, Santander o BBVA, entre otras.
Telefónica estrenó el 23 de junio del año pasado el registro de lobbies recién abierto por la Comisión Europea. Pero el resto de grandes compañías españolas no parecen haberse dado por enteradas de que el organismo comunitario invita desde hace nueve meses a inscribirse en ese registro a todas las empresas, organizaciones no gubernamentales o institutos de estudios que, de manera directa o indirecta, ejercen actividad de lobby en Bruselas.
'El banco Santander no está', señala Slim Kallas, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del registro, agitando el listado de empresas españolas inscritas durante un encuentro con un grupo de periodistas españoles. Y su equipo recorre el listado buscando sin éxito el resto de empresas españolas con las que la CE recuerda haber tenido contacto.
No aparecen Iberdrola, Gas Natural, ni Repsol, en el sector energético. En distribución sólo figura Mercadona. En banca y seguros, ninguna entidad. De las constructoras, ni rastro. Ni de las empresas de comunicación. Los funcionarios de Kallas tampoco encuentran Seat, aunque aparece Volkswagen, su matriz.
Fuentes de algunas de las empresas mencionadas por Kallas señalaron ayer a CincoDías que 'el registro es voluntario y nuestros representantes ya están perfectamente identificado porque se dirigen a la CE en nombre de la compañía'.
Kallas, comisario europeo de Administración, auditoría y lucha contra el fraude, asegura que, precisamente, 'estamos buscando romper la barrera mental' que impide a algunas empresas u organizaciones reconocer en público su labor de lobby. Y recuerda a los reacios a inscribirse que 'la CE nunca adopta decisiones sin un proceso de consulta previo', por lo que el organismo espera que las partes consultadas se identifiquen adecuadamente.
Bruselas, de momento, no ha adoptado ninguna represalia de forma oficial contra las empresas que no se han inscritos en el registro. Pero el departamento de Kallas admite que ejerce una 'presión suave' para alimentar el registro. Mañana mismo, el comisario asistirá a un acto de Epaca (Asociación europea de consultoras) sólo después de comprobar que la mitad de los afiliados de esa organización se habían inscrito en el registro.
Presión
La presión también se ejerce en el contacto diario con los funcionarios comunitarios. 'Hemos elaborado directrices para que todos los funcionarios conozcan la existencia del registro, su funcionamiento y los datos que recoge, y para que puedan comprobar si aparecen en él los grupos interesados en mantener una reunión sobre algún tema determinado'. Alguna compañía internacional ha tenido que inscribirse después de que alguno de sus interlocutores comunitarios le recordara la existencia del registro.
Kallas descarta, de todos modos, convertir en obligatoria la inscripción. 'Se tardaría 10 años en adoptar la norma', reconoce. El comisario cree, además, que la presión sicológica de un mecanismo voluntario puede obtener los mismos resultados que una iniciativa legislativa. Y parece decidido a demostrárselo a las empresas españolas.
'Y los abogados también'
'Los despachos de abogados son un lobby muy poderosos y no pueden quedarse fuera del registro'. Así de tajante se mostró ayer el vicepresidente de la CE y responsable del registro comunitario, Slim Kallas, durante un encuentro con medios españoles acreditados en Bruselas. Hasta ahora, según Kallas, sólo se ha registrado una firma de abogados, aunque ya figuran las principales asociaciones del sector. Muchos despachos presentes en Bruselas niegan que su actividad incluya tareas de presión sobre el proceso legislativo. 'Hay un área gris', reconoce Kallas. 'Pero estamos negociando con las asociaciones para encontrar una solución'. Su departamento recuerda que algunos despachos europeos ofertan claramente sus servicios de lobby. 'Y en algunas reuniones, con el sector tecnológico por ejemplo, nos encontramos con tres abogados y sólo un especialista de ese área', señala el equipo de Kallas.