Los rusos buscan fábricas en crisis
A estas alturas de la crisis no es un secreto que las cementeras están parando sus hornos, a la espera de colocar el stock, y que los productores de ladrillos pasan sus horas más bajas rezando para que alguna promotora se aventure a hacer un pedido.
Las noticias del mal trago que atraviesa la industria deben haber llegado hasta Rusia, donde un gigante se ha dirigido al menos a una cementera y a varios ladrilleros del área de Toledo para comprar sus instalaciones. La intención es quedarse el tiempo justo en España para desmontarlas y llevarse las piezas al otro lado de Europa. Fuentes del sector llaman la atención sobre lo obsoleto de las plantas rusas y de cómo buscan el ahorro adquiriendo instalaciones en buen estado de revista. De momento, las empresas tentadas han preferido aguantar a medio gas.