El arte más buscado por el coleccionismo
Hasta el 22 de marzo, 239 galeristas muestran en Maastricht objetos para tentar a inversores y conservadores de museos.
Todo coleccionista de arte que se precie sabe dónde comprar un Van Gogh. En Tefaf (The European Fine Art Fair), la feria de arte y antigüedades más influyente del mundo, se presenta Jardín de Hospital Saint-Paul, una bella pintura realizada por el genio holandés durante el último año de su vida, cuando consiguió cierta paz mental tras internarse en un hospital psiquiátrico. Su precio: 25 millones de euros. Al igual que el año pasado, la gallería Dickinson, con sede en Londres y Nueva York, apuesta por Van Gogh (el año pasado fue Niño con naranja, con un precio de 20 millones de euros). La envidia de muchos museos.
En la edición que arrancó el viernes 13 hasta el próximo 22 de marzo, 239 galeristas -es la cifra más elevada de la historia de la feria- han demostrado a los 25 comités formados por 155 expertos internacionales, que velan por la calidad de las obras expuestas, estar a la altura. En la lista, los anticuarios españoles Caylus, Luis Elvira y López de Aragón. A Maastricht acuden los conservadores y patronos de los principales museos del mundo. El Ermitage de San Petesburgo, el Metropolitan de Nueva York, la National Gallery de Washington, la Tate Britain de London, el Louvre y el Museo d'Orsay de París o el Rijksmuseum de Ámsterdam junto a la flor y nata del coleccionismo internacional -en 2008 durante el evento aterrizaron 305 aviones privados en Maastricht, un 45% más que el año anterior-.
Se codean con los nuevos clientes procedentes de economías emergentes -China, por ejemplo, es ya el tercer mercado detrás de EE UU y Reino Unido con una participación del 8% del mercado-, que compran por motivos de inversión, prestigio, moda o motivos nacionalistas. Son ellos los que posiblemente permitan al mercado del arte protegerse de la situación económica internacional, según un informe elaborado por la experta Clare McAndrew por encargo de Tefaf. Los clientes globales y un recambio en la inversión, arte por acciones, son las claves de la evolución de la feria de antigüedades.