González aboga por dejar caer a los bancos 'irremediablemente dañados'
El presidente de BBVA apostó ayer por dejar caer a bancos y cajas minados por la crisis porque 'mantener en pie' mediante ayudas públicas a una entidad 'irremediablemente dañada' afecta negativamente al funcionamiento del sistema y 'perpetúa la desconfianza'. Francisco González reclamó 'un acuerdo nacional, un gran contrato económico para afrontar los graves problemas inmediatos que tiene el país' y superar así una crisis que será 'larga y dolorosa'.
En su discurso en la junta de accionistas celebrada el viernes en Bilbao, el presidente de BBVA dibujó un escenario económico mundial que ha supuesto un verdadero 'tsunami' para la industria financiera global y 'más importante que el que se produjo en 1929'. González, ante este panorama, que según dijo supondrá una reordenación 'drástica' del mapa bancario internacional, señaló la necesidad de 'trabajar juntos' para superar la situación y convertir la actual crisis económica 'en un paréntesis duro'. 'Si no lo hacemos la crisis será más larga, más dura', vaticinó el primer ejecutivo de BBVA.
Francisco González encontró en la historia reciente las recetas para invertir la situación. 'Hace 30 años tuvimos graves problemas que se solucionaron con un gran acuerdo' en una clara referencia a los Pactos de La Moncloa sellados en 1997 con una España en plena recesión económica.
Cambiar un modelo agotado
Considera inviable rescatar a entidades zombis con las inyecciones públicas
El primer ejecutivo de la entidad financiera vasca solicitó 'el compromiso explícito de todos' para limitar el impacto económico y social de la crisis y poner las bases de un nuevo modelo económico 'que sustituya al anterior, ya agotado'. En esta línea pidió el 'esfuerzo, el sacrificio y la implicación de todos' porque la tarea es de 'tal envergadura que ningún gobierno, ningún partido puede llevarlo a cabo en solitario'.
Ya en asuntos del sector, González manifestó que solucionar los problemas de solvencia del sistema bancario global es una condición 'necesaria para la recuperación económica' y que hay que atacar 'radicalmente' a la segunda fase de la crisis. Para ello consideró inviable rescatar con ayudas públicas a entidades 'zombies' porque se ven 'incapacitadas para dar créditos', a la vez que consumen recursos públicos y privados 'tan escasos y tan necesarios para otros empleos más productivos'. Sí abogó por identificar y 'aislar' a las entidades débiles, sanearlas y reestructurarlas para devolverlas los 'más rápidamente posible y con transparencia' al sector privado. El presidente de BBVA manifestó que la entidad que preside no ha recurrido a nuevas inyecciones de capital y que, ahora, tampoco las necesita. En una clara alusión a Santander señaló que poner en marcha ampliaciones a precios más bajos que el mercado 'significa debilidad'.
En su alocución a los accionistas, González también hizo referencia las restricciones de crédito. Se desligó de esta tendencia y aseguró que BBVA continuó concediendo préstamos. Pidió, sin embargo, que 'funcione' el pool bancario y que 'todos acompañemos en la concesión de créditos'.
El consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, afirmó que BBVA tiene ventajas competitivas diferenciales 'muy importantes' para salir fortalecido de esta crisis.
Críticas a los salarios de la cúpula
Con elegancia y con sus argumentos Carmen Alcaide, la que fuera jefa de Estudios del BBVA, intervino en la junta para criticar el programa de incentivos para la cúpula directiva y el consejo. Alcaide, a la que se sumaron otros accionistas, consideró 'algo más que discutible' este plan y pidió 'moderación y prudencia' en el tema de incentivos y también 'en el dividendo'. González defendió el bonus 'por las marcas que ha conseguido este equipo'.