Retribución con la autocartera
La práctica totalidad de las empresas del Ibex 35 han aprovechado la fuerte caída de las cotizaciones para recomprar acciones propias y cebar su autocartera. De hecho, desde el primero de enero han elevado en términos medios la autocartera un 20%, y en caso de la banca, más castigada por los inversores ante el temor a nuevas recapitalizaciones, han incrementado los títulos propios un 80%. Esta iniciativa es un mecanismo para frenar la caída de cotizaciones, muchas veces multiplicada por las apuestas bajistas de los fondos de inversión. Pero el éxito en este tipo de prácticas de mercado es muy limitado, puesto que la presión es tan poderosa cuando concentra las apuestas en determinadas compañías, que la recompra de acciones es comparable al intento de un esquiador que trata de neutralizar un alud de nieve.
Pero la finalidad principal de las empresas es la acumulación de capital de la compañía para ulteriores retribuciones a los accionistas, ya sea con reparto proporcional de las acciones sin dilución del valor, o simplemente con su amortización, lo que lleva aparejada una revalorización automática del resto de los títulos. En el caso de la banca, si sustituye a la distribución dineraria de dividendos, debe considerarse un reforzamiento del capital de primera categoría, del que no está sobrada ante la avalancha esperada de morosidad.