Sistemas de 'core' bancarios
Los sistemas de información son uno de los activos más destacados de las instituciones financieras contemporáneas y aquellos considerados core resultan especialmente importantes y son un ejemplo claro de capacidades distintivas entre entidades, ya que de ellos depende la facultad de una determinada institución para atraer clientes, prestarles sus servicios y conservarlos. Está demostrado que los bancos que crean esas capacidades distintivas se hallan en disposición de imponerse a la competencia y batir a entidades similares en el largo plazo y en cualquier ciclo económico.
No obstante, la decisión sobre sustituir un sistema de core bancario, y el momento y la forma de llevar a cabo su reemplazo, es posiblemente una de las decisiones más importantes que tenga que tomar el director de tecnología de un banco. El actual entorno económico, sumamente complejo, somete a las entidades financieras a una gran presión por lo que se ven obligadas a efectuar agresivos recortes en materia de costes, al tiempo que se deben preparar para disfrutar de cierta ventaja competitiva cuando el ciclo económico cambie y se oriente de nuevo hacia el crecimiento.
En el actual entorno económico, el alto coste en la evolución y el mantenimiento de dichos sistemas de información con, en general, muchos años de vida útil ya no son sostenibles como lo era en épocas de fuerte crecimiento, así como llegan a suponer un obstáculo a la diferenciación, el crecimiento y la generación de negocio del banco. A su vez, disponer de una sólida plataforma bancaria básica con la que respaldar la creación de valor en las operaciones de fusiones y adquisiciones es más importante que nunca. Lo mismo ocurre en el caso de entidades con una estrategia de expansión internacional, donde las sinergias están fundamentalmente basadas en plataformas de sistemas eficientes en términos del modelo operativo embebido, así como de su facilidad de adaptación y posterior mantenimiento.
Junto al coste, el otro gran motivo para aplazar la decisión de cambiar los sistemas de core básicos es el riesgo. En este sentido, la aparición de paquetes de software de core bancarios significa que los bancos ya no tienen que crear nuevos sistemas de la nada como hicieron hace décadas cuando desarrollaron sus sistemas básicos, lo que minimiza los riesgos de que la actividad de la empresa se vea alterada, y reduce el tiempo y el coste de las iniciativas de sustitución de estos sistemas básicos.
Los actuales enfoques graduales y secuenciales de estos procesos, incluso la capacidad de cambio selectivo de capacidades clave, ayudan a minimizar la disrupción en el negocio facilitando la continuidad de los mismos, otro de los elementos clave de preocupación a la hora de abordar este tipo de transformaciones.
En definitiva, aunque sustituir los sistemas core conlleva menos riesgos que hace tan sólo unos años, hay que tener muy presentes la magnitud del proyecto que se pretende abordar (parcial o total), el plazo en que puede llevarse a cabo, así como considerar la posible reutilización de algunos de los sistemas. Valorar estos factores con sumo cuidado es vital para poder garantizar el éxito de una transformación.
Las experiencias de diversos bancos pioneros han puesto de manifiesto las ventajas de implantar nuevos sistemas básicos. Es el caso de Bawag PSK (Austria), BBVA (en España el proceso está en marcha y en Latinoamérica ya se ha completado), Santander (España, Reino Unido y Latinoamérica), Caixa Geral (Portugal), Commonwealth Bank of Australia (Australia), PKO Bank Polski (Polonia) y Standard Bank (Sudáfrica). Dichas instituciones decidieron asumir el riesgo, convencidas de que para incrementar la rentabilidad de sus actividades tenían que empezar de nuevo. El tiempo les ha dado la razón.
Las opciones apropiadas para un banco dependerán de diversos factores como los objetivos de la empresa a medio y largo plazo, los modelos operativos y los puntos de partida en materia de tecnologías de la información, así como la capacidad de aceptación de los cambios por parte de la entidad, entre otros. En este contexto, incluso en este entorno económico, tomar la decisión de no cambiar resulta aún más difícil que en el pasado.
Mª Teresa Álvarez. Socia de Accenture