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Industria

La fuerza acompaña al presidente de GE

Immelt prevé que el grupo supere la crisis sin grandes heridas.

Jeffrey Immelt, presidente de General Electric, considera que está preparado para dirigir la compañía a través del Armagedón financiero que ha borrado de un plumazo el 78% del valor de mercado de GE en un año y que ha obligado a recortar por primera vez el dividendo de la multinacional desde la Gran Depresión.

'Estás hablando de un grupo que ganó 18.000 millones de dólares el año pasado con una facturación de 183.000 millones y que superó la media del S&P 500 en ventas y resultados durante los últimos 15 años', señaló el presidente de GE en una entrevista concedida a Bloomberg tras el anuncio del recorte del dividendo. 'Pero no creo que ningún directivo que esté en esta situación se quede conforme y diga que, como le pasa a todo el mundo, está bien'.

La reducción de un dividendo que ha crecido inexorablemente desde 1938 mandó una señal al mercado que envió las acciones por debajo de los seis dólares, el precio de algunas de las bombillas que vende. Una reducción del rating por parte de Moody's puede llegar esta misma semana.

El gigante industrial y financiero ha sido atacado por inversores, analistas y medios por la falta de transparencia en GE Capital, responsable del declive de la acción. Los inversores temen que la unidad de negocio requiera de más capital del que la empresa ha reconocido.

Immelt había dicho en enero que no veía necesidad de recortar el dividendo. La marcha atrás, después del empeoramiento de la economía, dejó a algunos inversores -el 40% de la base accionarial- con la sensación de que habían sido engañados.

La razón del recorte, según el grupo, ha sido preservar la liquidez. Bajar el dividendo anual a 40 centavos desde 1,24 dólares permite a GE un ahorro de 9.000 millones, que pueden ser utilizados para acudir a paliar las necesidades del brazo financiero del grupo. Según un consejero independiente de la multinacional, Ralph Larsen, 'Jeff cuenta con el respaldo de todos. Hemos tomado medidas y los libros de historia nos juzgarán'.

El anterior presidente de GE, Jack Welch, que presidió durante un largo periodo de bonanza económica el grupo, muestra su apoyo total a Immelt. 'Le elegimos, le queremos y nada cambia esa visión', dijo Welch en una entrevista. 'Está operando en un entorno muy difícil e irrepetible y cuenta con un gran equipo', señaló.

'La Bolsa ha caído un 50%. Nosotros un 75%. Vale. No nos gusta donde estamos pero, no es momento de deprimirse', señala Immelt desde su oficina en el 30 de la Rockefeller Plaza en Nueva York.

Immelt y GE se han lanzado a la ofensiva para proteger la compañía. Saben que GE es considerada como un símbolo de la economía americana y que su trayectoria se sigue con interés. Que la fuerza les acompañe en la travesía.

Decisiones meditadas para sobrevivir

Después de inyectar 9.500 millones de dólares en este primer trimestre en GE Capital, la compañía ha destinado durante los últimos seis meses otros 15.000 millones para reducir el peso de la deuda del brazo financiero del grupo. GE Capital tiene ahora 63.000 millones en capital, 34.000 millones en activos tangibles y 36.000 millones en efectivo. GE está tomando todo tipo de medidas para proteger sus intereses en todos los frentes. Immelt está curtido en luchas contra la crisis. No en vano ocupó el puesto de primer ejecutivo del grupo cuatro días antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que podían haber acabado con dos de sus principales unidades de negocio, la aviación y los seguros.Así, se encargó de colocar a GE lo menos expuesta posible a industrias volátiles. Vendió más de 150.000 millones en activos de seguros, el negocio de plásticos -justo antes de que los precios del petróleo convirtieran esa materia prima en demasiado cara- y una división de crédito al consumo en Japón. También vendió un negocio de hipotecas subprime poco antes de que se extendiera la crisis y un año después puso en venta su negocio de tarjetas de crédito.No ha sido suficiente y en septiembre redujo por segunda vez la previsión de crecimiento del grupo y suspendió el programa de recompra de acciones.

Gestos anta la caída de la acción

Immelt renunció en febrero al bonus de 11,7 millones de dólares que le correspondía de 2008. El salario es de 3,3 millones.En una reunión que se producirá el día 16 de marzo, explicará la situación de GE CapitalEl presidente de GE se queja de los especuladores que hacen negocio apostando contra títulos de la firma.

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