Otra vez más pobres que la media de la UE
La alegría no ha durado mucho; para ser exactos, un año. Es el tiempo que los españoles hemos sido ligeramente más ricos que la media de los europeos comunitarios. Según los cálculos que elabora Funcas, el servicio de estudios de las cajas de ahorros, en 2007 la renta por habitante en poder de compra alcanzó 100,74 puntos respecto a la media (100) de los países de la Europa de los Quince. Era la primera vez que España conseguía superar la línea divisoria entre los más ricos y los más pobres. La primera y la única. Los datos publicados ayer por Funcas sostienen que en 2008 se retrocedió más de un punto, y ahora los españoles tenemos un poder de compra equivalente a 99,66 puntos, otra vez por debajo de la media europea.
Pero los números esconden grandes diferencias por comunidades autónomas que invitan a la reflexión. Y aunque la propia Funcas reconoce que las diferencias de renta por habitante han ido acercándose entre los distintos territorios españoles, todavía está lejos de una convergencia aceptable. El salto sigue siendo excesivo si se comparan los 78,85 puntos de los andaluces con los 129,57 de los madrileños. Nada menos que 50 puntos de diferencia. Los mismos que en el año 2000, pues ambas comunidades han conseguido avanzar ocho puntos cada una respecto a la media europea, pero han mantenido inalterable la diferencia entre sí.
La mayoría de las comunidades ha recortado su poder de compra, concretamente once, y aunque el frenazo económico ha damnificado tanto a las ricas como a las pobres, en general las que mejor han aguantado han sido las segundas. Las únicas donde ha crecido la riqueza por habitante han sido Aragón (112,3), Asturias (91,5), Castilla-La Mancha (87,54), Extremadura (83,84), Galicia (90,10) y La Rioja (1002,78). Funcas explica con bastante lógica que han sido las regiones menos diversificadas y con un mayor peso agrario -sector menos sensible a los ciclos- las menos afectadas por la crisis. Un magro consuelo, pues son las que menos posibilidades tienen de crecer en los tiempos de bonanza.
Dentro del análisis resalta especialmente el caso de Baleares, que por primera vez en ocho años se coloca por debajo de la media comunitaria. La riqueza de sus ciudadanos cayó el pasado año seis puntos y ya suma once desde 2000. La fuerte dependencia del turismo, con una economía de monocultivo, explica el deterioro y es un aviso para navegantes.
Funcas vuelve a poner el dedo en la llaga. Sólo la diversificación sectorial y el fomento de las actividades más productivas que apuesten por la innovación y trabajadores más cualificados permitirán que España se coloque de forma permanente por encima de la línea media. De lo contrario, seguiremos pendientes de los boom inmobiliarios para volver a presumir de riqueza en Europa.