El BEI descarta aumentar los préstamos al sector del automóvil como pide la industria
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) descartó hoy aumentar los préstamos al sector del automóvil y flexibilizar las condiciones para concederlos, tal y como piden los fabricantes para superar sus problemas de financiación, al considerar que ello obligaría a reducir los créditos a otras industrias y supondría un riesgo para la entidad por concentrarse excesivamente en un único sector.
"Estamos haciendo más de lo que anunciamos, estamos dispuestos a hacer todavía un poco más, pero hay algunas limitaciones, especialmente en lo que se refiere a los riesgos de concentrarse en un sector", dijo el presidente del BEI, Philippe Maystadt, en rueda de prensa para presentar los resultados anuales de la entidad.
El BEI tiene previsto aprobar antes de junio préstamos para el sector del automóvil por valor de 7.000 millones de euros, en su mayoría para proyectos de fabricación de vehículos limpios. De esta cantidad, 3.200 millones de euros podrían autorizarse esta misma semana. Frente a ello, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea) pide créditos blandos por valor de 40.000 millones de euros y una flexibilización de las condiciones que exige el BEI.
Demsiado crédito para un sólo sector
Maystadt resaltó que 7.000 millones de euros antes de junio es una cantidad "significativa", teniendo en cuenta que el gasto total del sector en I+D durante el año 2008 fue de 20.000 millones de euros. Además, los 7.000 millones representan más del 10% del total de créditos que concederá el BEI en 2009. "Más del 10% para un sector es mucho", dijo.
"Si se nos dice que hagamos más por el sector del automóvil, será necesario reducir lo que hacemos en otros sectores", explicó el presidente del BEI. Y alertó además de que "en términos de política y de prácticas bancarias, sería un error concentrar una parte demasiado alta de nuestros préstamos en un único sector".
Por lo que se refiere a la petición de Acea de eliminar o flexibilizar el límite de 400 millones de euros por empresa y año, Maystadt defendió que este umbral es necesario para limitar la exposición del BEI a una única empresa y también para garantizar un reparto equilibrado de los préstamos entre todos los Estados miembros.