La demanda de oro como estrategia de inversión multiplica su atractivo
Los expertos dan por hecho que el metal precioso volverá a superar los 1.000 dólares por onza y apuestan por niveles entre 1.300 y 2.000 dólares, un potencial de revalorización del 40% al 115%.
Un puerto seguro o una estrategia de inversión? El oro, como siempre que la crisis y la incertidumbre se abaten sobre la economía mundial, ha vuelto a ponerse de moda. El metal precioso se ha depreciado un 7% en dos semanas, pero acumula una apreciación del 30% desde que tocó fondo a mediados de noviembre. Los expertos consideran que las ganancias no han terminado. Goldman Sachs avisa de que el metal comienza a ser visto como moneda de último recurso: 'El oro está cotizando la mayor percepción de riesgo asociada tanto al sector público como al financiero'.
La conclusión de los analistas es que lo que hay por delante son nuevas revalorizaciones de la preciada materia prima. Goldman Sachs asume una visión conservadora de 1.000 dólares por onza a corto plazo, lo que representaría un potencial de subida del 7,9% sobre la cotización de ayer (926,75 dólares por onza). En una línea similar, Morgan Stanley pronostica un precio medio para 2009 de 1.000 dólares, aunque no puede evitar reconocer 'cierto escepticismo'. Merrill Lynch apuesta por alcanzar los 1.300 dólares (+40%) y Citi aventura que el oro puede llegar incluso hasta los 2.000 dólares hacia el verano, un repunte potencial del 115%.
No faltan argumentos para confiar en nuevas subidas. Por el lado de la oferta, la producción cayó en 2008 un 4% y se situó al nivel más bajo desde 1995. 'Creemos que en 2009 el descenso será igual de significativo, o incluso mayor', afirma Evy Hambro, de la gestora BlackRock. La consultora Lipper subraya que la demanda de oro creció un 64% en 2008. Ahora, desde Merrill Lynch y Goldman Sachs se recuerda que la demanda como inversión está compensando el menor consumo del sector de joyería, destino del 60% del oro que se vende en el mundo.