El BCE reclama a cinco entidades financieras en quiebra 10.300 millones por impagos
La crisis financiera que arrasa el sector bancario de medio mundo, también afecta a los grandes organismos reguladores. Ayer se conoció que el Banco Central Europeo (BCE) reclama a cinco entidades financieras cerradas por quiebra 10.300 millones de euros, según explicó el propio presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet.
El gobernador precisó que esa deuda proviene de subastas de liquidez que tuvieron lugar en 2008.
Las contrapartes en cuestión son Lehman Brothers Bankhaus, tres subsidiarias de bancos islandeses y el banco holandés Indover.
'El BCE reclama a estos institutos de crédito un total nominal de 10.300 millones de euros', aseguró Trichet para explicar después que las circunstancias específicas de 2008 implicaron también 'altos riesgos financieros en las operaciones de crédito en la eurozona'.
Las operaciones de política monetaria con las cinco entidades citadas anteriormente se realizaron, según reveló Trichet, a través de tres bancos centrales de la zona del euro: el de Luxemburgo, el de Holanda y el alemán Bundesbank.
El consejo de gobierno del BCE confirmó en su reunión de ayer que las operaciones referidas 'se realizaron en cumplimiento de las reglas y procedimientos establecidos'.
'Los tres bancos centrales citados adoptaron todas las medidas de precaución necesarias, en consultas con el BCE y otros bancos centrales, con la finalidad de asegurar al máximo la recuperación de fondos de las garantías dadas a cambio', dijo Trichet.
El BCE no ha dado por perdida sus reclamaciones, pero no aventuró cuándo y en qué medida se resolverán las mismas. 'Por precaución', agregó Trichet, 'el consejo de gobierno del BCE ha decidido hoy por ayer que si los riesgos de las operaciones financieras se materializan, éstos serán repartidos de forma proporcional entre los bancos centrales del eurosistema, de acuerdo al artículo 32.4 del Estatuto del BCE'.
También por 'precaución', el consejo acordó que cada banco central de la eurozona establezca sus propias provisiones para hacer frente a riesgos ligados a operaciones de refinanciación del eurosistema. El monto total de esas provisiones serán inicialmente de 5.700 millones de euros, cantidad que se revisará anualmente.