Mucha electricidad y ayudas, y nada de fusiones en el motor
La industria pide fondos a los Gobiernos y elude por ahora las concentraciones para sobrevivir.
El Salón Internacional de Ginebra alberga las actuales mareas que sacuden la industria del motor: electricidad para satisfacer la creciente preocupación por el medio ambiente, mirada hacia las administraciones para lograr una ayuda que evite la desaparición de marcas y grupos; y total ausencia -salvo una excepción- de la búsqueda de fusiones e integraciones como vía para hacer frente al declive.
Las jornadas de prensa del evento suizo mostraron los avances de buena parte de los grandes fabricantes en nuevas tecnologías menos contaminantes. Las emisiones y el consumo se han convertido en la apuesta de las compañías, y prueba de ello han sido el Opel Ampera, el primer coche eléctrico de GM, el automóvil de este tipo que lanzará el grupo Bolloré y que estará a la venta a partir de 2010; o los avances en pilas de ion de litio por parte de Toyota, los pioneros de la tecnología híbrida, que además aprovechó el salón para presentar en Europa la nueva versión del Prius. El grupo asiático espera vender 60.000 unidades de este coche en el continente. PSA Peugeot Citroën anunció por su parte que acelerará su alianza con Mitsubishi para lanzar un coche de estas características en 2010. La multinacional japonesa ya fabrica el todoterreno C-Crosser de Citroën y el 4007 de Peugeot.
El mercado reclama coches menos contaminantes, y los fabricantes reaccionan. Pero también es cierto que los distintos Gobiernos exigen al sector que se limiten las emisiones de gases tóxicos. Así, la Comisión Europea obligará a que las emisiones de las gamas de cada fabricante no superen los 130 gramos por kilómetro recorrido, lo que obliga a ejecutivos e ingenieros a darle vueltas a la forma de cumplir estos requerimientos.
El Salón de Ginebra también ha servido de escenario para que los principales fabricantes hayan amplificado su petición de ayudas a los Gobiernos. El mayor protagonista en este sentido fue General Motors. Pero es cierto que ha habido otras empresas como Toyota que aseguran que la intervención estatal es necesaria.
Las ayudas, son, por ahora, la solución, toda vez que las ventas siguen desplomándose en Europa. A excepción de Fiat, los grupos han optado más bien por pedir ayuda y eluden algo que muchos directivos y analistas ven como inevitable: las fusiones entre grupos para reducir el número de actores en el mercado. Fiat y Chrysler han alcanzado un acuerdo preliminar de intercambio accionarial. La multinacional italiana, además, también ha señalado a PSA como un posible aliado. El grupo francés, por cierto, ha hecho caso omiso a estas insinuaciones. Al menos de cara a los medios.
'Probablemente sobren marcas', aseguró en Ginebra el vicepresidente de Renault, Patrick Pélata. 'Después de la crisis apenas quedarán seis grupos', aseguró a finales de 2008 Sergio Marchionne, consejero delegado de Fiat. Pero lo cierto es que pese a estas palabras nadie se tira a la piscina. Según la consultora IHS Global Insight, 'las automovilísticas son tan grandes como pequeños países e igual de xenófobas'.
En un informe reciente, un analista de Credit Suisse aseguró que cada vez está más claro que el sector 'necesita encontrar una nueva estructura'. Y algunos ejecutivos presentes en Ginebra incluso se aventuraron -off the record, claro está- a facilitar alguna que otra teoría. 'Daimler y BMW deberían unirse y comprar Opel a General Motors, lo que les permitiría crear un grupo anti-Volkswagen'. Opel y Saab, por cierto, han descartado su fusión ahora que GM ha decidido desprenderse de la sueca y segregar la segunda para facilitar su acceso a las ayudas estatales y a la entrada de terceros inversores.
Revive el Salón de Barcelona
La mayor parte de marcas que forman la patronal española de fabricantes anunció ayer su decisión de asistir a la próxima edición del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona. Una excepción, según fuentes del sector, es Opel que está analizando su posición.La organización mostró en un comunicado su agradecimiento a los organizadores de la Fira de Barcelona, así como a su equipo directivo, al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y, 'en especial', a las autoridades catalanas, por los 'grandes esfuerzos' que han realizado para que el evento barcelonés salga adelante 'en un momento tan difícil para la industria'.
Voltios en vez de petróleo
Tras varios intentos fallidos, los coches eléctricos serán una realidad frecuente en las calles a partir de 2010. Para su popularización, sin embargo, haría falta que se extiendan los postes de recarga y que se perfeccionen las baterías.