Créditos de la banca
En las últimas semanas hemos recibido decenas de informaciones negativas sobre la situación de la economía española. Sin lugar a duda, asistimos a la crisis económica más mediática de nuestra historia. Y aunque todos los indicadores económicos denotaban la gravedad de la situación, no dispusimos de una confirmación de un organismo oficial hasta el pasado 28 de enero, día en que el Banco de España hacía público que nuestro país se encuentra en recesión técnica por la caída de la actividad en dos trimestres consecutivos. La economía española entra en recesión por la caída del consumo fue el titular más repetido en prensa escrita e internet y objeto de debate en todas las tertulias televisivas o radiofónicas.
En los primeros días de enero, Asnef ya había presentado su primer índice de financiación al consumo, que arrojaba unos datos tan negativos como absolutamente inusuales: por vez primera, los créditos concedidos a familias y pymes por las entidades agrupadas en nuestra asociación descendían y, además, lo hacían de modo muy notorio. Así, los créditos decrecían en nada menos que un 44,37% en el último trimestre de 2008 en comparación con el mismo periodo del año anterior, al pasar de 10.040 millones de euros (cuarto trimestre de 2007) a 5.586 millones de euros (cuarto trimestre de 2008). El número de operaciones realizadas pasaba de 2,24 millones de 2007 a poco más de un millón en 2008 (-52,8%).
Asnef, que representó un 40% de los créditos concedidos a familias en el año 2007, ha solicitado, en reiteradas ocasiones y por distintas vías, la urgente necesidad de modificar los requisitos técnicos actuales para que las entidades financieras especializadas en créditos al consumo puedan acceder a las medidas de apoyo al sector financiero puestas en práctica por el Gobierno.
En efecto, la legislación actual impide que este tipo de entidades accedan a las subastas de activos ni participen en las emisiones de deuda empresarial con la garantía del Estado, generando una distorsión grave en la competencia, ya que el resto de las entidades de crédito se benefician de dichas medidas, mientras que se le impide a estas entidades financieras, que además tienen como única actividad la concesión de créditos. La discriminación es patente: a unos se les facilita la liquidez; a otros, se les niega.
En los últimos días, se ha encendido una viva polémica sobre el papel que la banca privada y pública debe hacer para que la liquidez llegue a las familias y a las pymes. Ese es, precisamente, el rol que juegan nuestros asociados: financiar al sector privado. Es nuestra única actividad, que comenzamos a llevar a cabo nada menos que en el año 1957. Todos sabemos que la reactivación del consumo de las familias y las facilidades para la normal actividad de las pymes son aspectos imprescindibles para remontar, cuanto antes, la crisis en la que estamos inmersos. Asnef quiere colaborar, activamente, en ello. Esperemos que nos dejen.
Honorio Ruiz. Secretario general de Asnef (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito)