El nuevo crédito hipotecario se contrae aún más en enero y ya cae un 49%

El debate sobre si la banca ha restringido o no la financiación a particulares se clarifica mes a mes. Los últimos datos del Banco de España, publicados ayer, revelan una contracción sin precedentes de los nuevos préstamos. En enero, el volumen de créditos para la compra de viviendas por familias fue de 4.243 millones de euros, lo que representa un 49% menos que el dato de un año atrás.

Desde que el supervisor bancario comenzó en 2003 a recopilar este tipo de estadísticas (segmentado según el tipo de prestatario y la finalidad del crédito), nunca se había registrado un nivel tan bajo de operaciones.

Si se tiene en cuenta el volumen agregado de préstamos, los datos también son descorazonadores. En los últimos 12 meses, la banca ha concedido 91.317 millones de euros en créditos para comprar casas, lo que representa un 40,56% menos que en enero de 2008. En octubre, la caída interanual era del 36%, y en el primer trimestre, de tan sólo un 21%.

Las cifras también son negativas para los créditos al consumo. En enero hubo nuevas operaciones por valor de 2.446 millones de euros, el menor registro mensual en seis años de estadísticas. La caída respecto a enero de 2008 es del 36%, comparando mes con mes, y del 26% en términos agregados.

Debate abierto

Estas cifras vienen a demostrar que la financiación a familias se ha reducido drásticamente. Los máximos responsables del sector bancario han negado en varias ocasiones que hayan restringido especialmente la concesión de préstamos. Su argumento ante las caídas es que el deterioro de la situación económica ha reducido la demanda de crédito solvente.

Sin embargo, varios economistas han señalado que el sector bancario ha sobrerreaccionado ante el agravamiento de las turbulencias financieras, lo que ha complicado la situación de muchos particulares y pequeñas empresas.

El servicio de estudios de BBVA pronosticó ayer que el volumen total de créditos (que compensa nuevas operaciones con amortizaciones) menguará en 2009, pese a que los tipos de interés descenderán hasta el 0,5% antes del verano y podrían caer aún más en lo que queda de año.