Hacer frente a la crisis
A lo largo de 2008 la crisis económica internacional se ha instalado en las economías de la mayoría de los países. Los organismos que realizan previsiones de crecimiento económico han ido reconsiderando sus valoraciones, de forma que hemos asistido a una cadena de estimaciones cada vez más negativas.
Aunque la incidencia de la crisis en Euskadi es, hasta ahora, inferior que en el Estado, por la menor repercusión de la construcción y el mayor peso de la industria en su estructura económica, la comunidad autónoma también se está viendo seriamente afectada.
Las expectativas del País Vasco para 2009 señalan que proseguirá el recorte de la tasa de crecimiento del PIB, que puede alcanzar, según previsiones optimistas, el 0,7%. Siempre a expensas de la evolución de la economía internacional, y en especial de las economías de nuestro entorno, que es receptor del 85% de las exportaciones de bienes y servicios.
Todos los sectores se están viendo ya afectados. De acuerdo con las previsiones que parecen más probables, el sector industrial no crecerá, la construcción experimentará una disminución del 2% y los servicios crecerán alrededor de un 1,5%.
Las características anteriormente no conocidas de la crisis, y su extensión y profundidad, hacen muy difícil el aventurar fechas para su probable finalización. Lógicamente, con el paso del tiempo el final está más cerca. Pero será difícil que una situación así se recupere con rapidez. Los problemas son muy importantes, y han de recuperarse muchas economías en el mundo para que el conjunto de la actividad económica empiece a funcionar de forma parecida a como lo hacía antes de la crisis.
Las perspectivas empresariales también reflejan un retraimiento de la actividad económica. Sin embargo, hay un relativo optimismo en las cifras de negocio y de empleo para 2009, cosa que no ocurre en la inversión.
Las empresas tendrán que adaptar sus estrategias a un entorno caracterizado por unas condiciones financieras poco favorables, un menor dinamismo de la demanda y una intensificación de la competencia internacional.
Tratando de colaborar en la superación de la crisis y de ayudar al mundo empresarial, las Cámaras de Comercio han presentado a las Administraciones públicas una serie de medidas que consideran convenientes para mejorar la productividad y la capacidad de competir en general de las empresas.
Y, en concreto, la Cámara de Comercio de Bilbao va a seguir intensificando el trabajo orientado a las empresas, sean grandes, pequeñas o autónomos, con nuevos servicios que ayuden a hacer frente a la crisis y a convertir los riesgos en oportunidades.
Ignacio Mª Echeberria Monteberria. Presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao