Prohibido inventar palabras
La hipersensibilidad lingüística de Bélgica vuelve a llamar la atención. La comisión encargada de velar permanentemente por el equilibrio entre las tres lenguas oficiales en ese país (francés, holandés y alemán) ha declarado ilegal el término comercial ideado por el palacio de Bellas Artes de Bruselas porque suena demasiado francófono, según ha informado esta mañana la cadena de radio La Première. Hace poco ilegalizó las palabras Bootik y Kiosk, utilizadas en la red de transporte urbano, porque suenan demasiado a holandés.
Bozar, el término de la controversia de hoy, es una contracción fonética de Beaux Arts y fue ideado recientemente para modernizar la imagen de uno de los centros culturales más importantes de Bélgica. Pero los burócratas del Ministerio del Interior han dictaminado en contra. Y la decisión, curiosamente, parece haber alegrado más a los puristas de la lengua francesa que a los hablantes de la lengua de Hugo Claus, que deberían ser los supuestos ofendidos.
Al que no le ha hecho ninguna gracia es a Paul Dujardin, director general del Bozar (con perdón), que ha declarado a la radio que si tienen que poner en los carteles "Palacio de Bellas Artes" en francés, holandés, inglés y alemán, no quedará espacio para anunciar la programación.