La banca española se recapitaliza con 12.600 millones antes del G-20
La banca española se ha pertrechado de cara a la próxima reunión del G-20, justo dentro de un mes. En la cita anterior -en noviembre de 2008-, los países presentes se comprometieron a que sus respectivas entidades financieras 'mantuvieran capital en las cantidades necesarias para suscitar confianza'. Desde entonces, los bancos y cajas nacionales han captado 12.631 millones de euros para fortalecer sus recursos propios.
Las ampliaciones de capital han vuelto al sector bancario español. Durante años, las entidades financieras apenas han necesitado apelar al mercado para conseguir nuevos recursos. Tan sólo en contadas ocasiones -casi siempre ligadas a compras de activos-, la industria ha tenido que recurrir a este instrumento.
Sin embargo, las turbulencias financieras y episodios como la quiebra de Lehman Brothers han llevado a los mercados a ser cada vez más exigentes con los niveles de solvencia del mundo financiero. La banca nacional no ha permanecido al margen de esta tendencia, y en tan sólo cuatro meses ha reforzado sus recursos propios con emisiones por valor de 12.631 millones de euros.
Una fecha clave de cara a la recapitalización de las entidades financieras es el próximo 2 de abril. Ese día, se celebra en Londres la segunda reunión del G-20 para buscar soluciones a la crisis económica. Para entonces, los países presentes (una mezcla de grandes potencias económicas y mercados emergentes de todo el mundo) deberán llevar hechos los deberes que se marcaron en la anterior cumbre, en Washington.
Santander abrió brecha en noviembre con una ampliación de capital de 7.200 millones de euros
Uno de las prioridades que entonces se fijaron fue la recapitalización de la banca. En concreto, se incluyó el siguiente compromiso en las conclusiones del encuentro: 'Las autoridades deben asegurar que las entidades financieras mantienen capital en las cantidades necesarias para suscitar confianza. Los estándares internacionales deben fijar requerimientos de capital reforzados para las actividades de créditos estructurados y titulización de los bancos'.
España, que tanto bregó para conseguir un sillón en aquella cita, podrá acudir presumiendo de su sector bancario. A diferencia de lo que ha ocurrido en la gran mayoría de los países desarrollados, la industria financiera nacional no ha sufrido los estragos de los productos tóxicos y no ha visto desaparecer, de momento, ninguna entidad.
Aún estando mejor preparados que sus rivales europeos, bancos y cajas españoles también han optado por reforzar su solvencia. La primera en apuntalar su balance fue Caixa Catalunya. Dos semanas antes de la primera cumbre del G-20 anunció la emisión de deuda subordinada por una cuantía de 500 millones.
Sin embargo, la operación más sonada en el sector fue la de Santander. El primer grupo financiero español realizó una ampliación de capital por 7.195 millones para 'anticiparse' al paulatino deterioro de la economía mundial y llevar su core capital -el de máxima calidad- hasta la cota del 7%. En palabras del presidente del banco, Emilio Botín, la operación demostró 'la confianza y fortaleza que ofrecen la economía y el sistema financiero español'.
Ese movimiento fue seguido de otras seis emisiones para reforzar solvencia. BBVA sacó al mercado 1.000 millones de deuda senior, La Caixa obtuvo 2.500 millones con deuda subordinada... y Popular, Banesto, Sabadell y Caja Mediterráneo les siguieron con operaciones de menor cuantía. El objetivo común: lucir palmito la próxima primavera.
El 6% del volumen mundial
Los 12.631 millones de euros con que la banca española ha reforzado sus recursos propios parecen una cifra ínfima al compararla con las gigantes ampliaciones de capital que han tenido que abordar grupos financieros con problemas. Desde noviembre de 2008, la banca mundial ha recaudado más de 200.000 millones de euros para mejorar su solvencia (en buena medida, con fondos públicos), así que España representa menos del 6% del total.