Los ministros iberoamericanos preocupados por la gravedad de la crisis
Los ministros iberoamericanos de Economía iniciaron hoy una reunión para analizar la crisis financiera mundial y se mostraron preocupados por sus posibles efectos en el desarrollo, el empleo y el comercio internacional.
"Vivimos una situación económica excepcional y no sabemos cuándo podrá remitir", dijo el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, en el discurso de apertura de la conferencia, que reúne también a gobernadores y representantes de los bancos centrales de Iberoamérica y de varios organismos crediticios internacionales.
La reunión de Oporto tiene carácter extraordinario y constituye la primera cita de alto nivel organizada por Portugal en el ejercicio de la secretaria de la Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en noviembre próximo en la ciudad lusa de Estoril.
En las ocho horas de debates previstas en la conferencia de hoy los ministros analizarán también la agenda de la cumbre del G20 de abril en Londres a la que asistirán cuatro países de la comunidad iberoamericana, Argentina, Brasil, España y México.
Iglesias declaró que, ante esa reunión, "es muy importante que los cuatro países que están aquí oigan a los demás y los demás les oigan a ellos para que haya una posición informada sobre lo que se piensa en América Latina y cuáles son sus prioridades".
El anfitrión de la reunión de ministros, el titular portugués de Finanzas, Fernando Teixeira Dos Santos, habló también en la inauguración y exhortó a los participantes a propiciar "una posición coordinada" que ayude a aplicar soluciones a la crisis.
Entre otras amenazas, existe el peligro de que se inicie "un círculo vicioso entre el sistema financiero y la economía real", advirtió el ministro portugués que pidió estímulos al comercio.
Para Iglesias la magnitud de la crisis no tiene precedentes recientes y aunque Latinoamérica se enfrenta a ella "mucho mejor preparada" que en el pasado, verá afectado su desarrollo y tendrá menos empleos y más pobreza y desequilibrios financieros y cambiarios.
Algunas monedas de la región se han desvalorizado un 30 por ciento en lo que va de año, recordó, y el crecimiento económico apenas llegará en 2009 al 0,7 por ciento mientas que en 2008 sobrepasó el 4 por ciento.
Uno de los peores problemas derivados de la crisis, alertó Iglesias, es la reducción a la mitad de la entrada de capitales a las economías latinoamericanas, que debe ser atenuada con un incremento de la financiación de los organismos internacionales.
El secretario iberoamericano pidió una reforma de esas instituciones crediticias para que puedan apoyar las necesidades financieras derivadas de la crisis. Hay que ampliar sus fondos, revisar las políticas de endeudamiento y los países iberoamericanos, subrayó, "deben organizarse de forma rápida" para hacer frente a estos problemas.
Uno de los tres debates en los que se articula la conferencia de Oporto está dedicado a este asunto mientras que los otros dos se centran en las medidas gubernamentales ante la crisis y los principios de la reforma del sistema financiero internacional.
En Oporto están representados 16 países de la Comunidad Iberoamericana, a falta, según confirmaron los organizadores, de Venezuela, Bolivia, y tres naciones centroamericanas, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Hay ministros de nueve países (Argentina, Costa Rica, Ecuador, España, Guatemala, México, Paraguay, Portugal y Uruguay) y secretarios de Estado o altos representantes de otros siete. De los bancos centrales están presentes los gobernadores de Argentina, Brasil, Colombia y Perú y diversos delegados de las demás naciones.
Junto a los delegados oficial participan también el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno; la Secretaria ejecutiva de la CEPAl (Comisión Económica para América Latina), Alicia Barcena; y el presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), Enrique García. Además están representados por vicepresidentes el Banco Mundial (BM) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).