Energía y servicios impulsan a una ACS que construye menos
El grupo ACS presentó ayer un crecimiento generalizado en todas sus magnitudes, salvo en las referidas a construcción. Facturó en 2008 un 4,3% más, hasta 16.010 millones, y ha saldado el primer asalto de la crisis con un beneficio neto que mejora un 16,4% y se sitúa en 1.805 millones.
ACS puede decir que, como mínimo, ha empatado en el pulso que cada grupo constructor está librando contra la crisis del ladrillo y del que muchos van a salir seriamente dañados. El desafío de la firma que preside Florentino Pérez era crecer contracorriente y sus números avalan todo un éxito basado en la diversificación. Sin embargo, ni ACS es indemne al contexto económico y su área de construcción se resiente en ventas, beneficio y cartera.
El resultado neto atribuible del grupo ha mejorado un 16,4% en 2008, hasta 1.805 millones. Cierto es que para llegar a esa cota influyen unos resultados extraordinarios de 678 millones por las plusvalías cosechadas con la venta de activos -por 2.798 millones-, como los aeropuertos agrupados en DCA (109 millones de plusvalías), participaciones en autopistas chilenas (512 millones) y el 10% de Fenosa (404 millones), a los que hay que restar 456 millones por la variación en el valor de distintos instrumentos financieros. Pero excluyendo esa inyección, el beneficio neto ordinario seguiría siendo superior al de 2007 en un 11,6%.
Las participadas, Abertis y Hochtief, han aportado 17,4 millones al beneficio, un 70% menos que en 2007 al descontarse los crecientes gastos financieros.
En líneas generales, la mejora del rendimiento de ACS, que arroja un ratio de Ebitda sobre ventas del 9,2% (20 puntos básicos más que en 2007), se debe al comportamiento del negocio de servicios medioambientales, que vendió en 2008 un 11,1% más, y a la evolución de Servicios Industriales, que ha aportado un 18% más que en 2007.
En la parte negativa, la actividad de construcción ha atravesado un año negro al contraerse en los últimos 12 meses un 9,9% en su cifra de negocio. 'Esta situación se ha visto contrarrestada por la creciente expansión de las ventas internacionales, exclusivamente en obra civil', cita ACS en un informe enviado ayer a la CNMV.
El Ebitda de construcción baja un 10%, el beneficio neto es un 11,4% menor y la cartera de obra cae un 8,2% (11.023 millones impactada por una rebaja del 60% en residencial). En definitiva, ACS ha cambiado de motor, apoyándose ahora fundamentalmente en los Servicios Industriales y Energía.
Como resultado, la cifra global de negocio avanzó un 4,4% en 2008 para cerrar en 16.010 millones. Un 21,7% se debe al negocio internacional, donde el grupo ha multiplicado su presencia en Estados Unidos, Portugal, Irlanda y Canadá. Otra buena noticia para ACS es que la cartera global de proyectos mejora un 5,5%, hasta 34.106 millones, animada por los servicios de Medio Ambiente y Logística, que tiene en su haber 16.839 millones en contratos (64 meses de actividad).
La deuda mengua hasta 9.355 millones
La imagen de solvencia de ACS ha mejorado tras reducir su deuda neta casi a la mitad, de 16.575 a 9.355 millones. De esta nueva cifra, 3.166 millones responden a los vehículos financieros con que compró la participación de Iberdrola y Hochtief. Por su parte, los 2.260 millones que debía a 31 de diciembre por la toma de su posición en Fenosa ya no aparece en el balance al haber sido reclasificada como pasivo vinculado a una participación que se terminó de vender ayer.Los gastos financieros de ACS han sido de 803 millones, a los que hay que restar 407 millones de ingresos financieros (incluidos 111 millones del dividendo de Iberdrola). El resultado es de un gasto financiero neto de 397 millones, un 47% superior al de 2007, entre otras cosas por el aumento del coste de la deuda.