Las plantas europeas de General Motors responden con movilizaciones
Los representantes sindicales de las plantas europeas de General Motors (GM) protestarán el próximo 26 de febrero contra los ajustes proyectados por la empresa. La intensidad de las movilizaciones dependerá de los planes que hoy concretará la firma a los miembros del comité restringido europeo.
Las plantillas de las factorías de General Motors en Europa protestarán el próximo 26 de febrero contra el durísimo ajuste que General Motors pretende aplicar en Europa con el objetivo de ahorrar al menos 1.200 millones de dólares. La intensidad de estas medidas se decidirá hoy, una vez la dirección dé más detalles a los representantes laborales del alcance de los recortes en cada planta.
Pedro Bona, único representante sindical español en el Comité Restringido, subrayó a CincoDías que los trabajadores están 'dispuestos a asumir sacrificios, pero a cambio de un plan muy concreto que garantice la viabilidad de la fábrica y el mantenimiento del empleo'. Uno de estos sacrificios inmediatos propuestos por la empresa es la congelación salarial durante 2009, de la que se resarciría a los trabajadores con devoluciones futuras, en función de la evolución de la empresa. El comité de empresa ha decidido suspender las negociaciones del convenio colectivo a la espera de las decisiones sobre el futuro de la planta. Y es que los porcentajes salariales han perdido relevancia, porque lo que está en juego es el futuro a corto de una empresa con graves problemas de liquidez.
También los representantes sindicales europeos están dispuestos a prestar su apoyo a la flexibilización productiva con tal de evitar el cierre de fábricas, dado que, a parte de la devastación económica que implica para la zona, el cierre de una planta tiene un costo superior a los 400 millones de euros, según las estimaciones que hoy se presentarán en la reunión de Alemania. Bona reconoce que 'una situación excepcional exige medidas y sacrificios excepcionales'. Pero todas las fuerzas sindicales de Figueruelas coinciden en la necesidad de que la empresa 'exponga con toda claridad la situación y concrete las medidas para afrontarla de inmediato'-
Una de las medidas ya adoptadas será desprenderse de Saab, que está a la espera de que las ayudas oficiales le permitan seguir funcionando. Las siguientes serán las fábricas de Bochum (Alemania) y Amberes, mientras está a punto de cerrarse la venta a Mercedes de la planta germana de Eissenach, con la que ha mantenido una estrecha relación la planta de Figueruelas, desde la inauguración de esta última en 1982.
Resulta previsible que, si las negociaciones no consiguen aliviar la dureza de este ajuste, Europa opte por la segregación de la marca Opel y confíe, al igual que Saab, su futuro inmediato a las ayudas otorgadas por los respectivos Gobiernos. Esta segregación evitaría el lastre que supone la delicada situación financiera de la matríz. General Motors estima que serán necesarios préstamos adicionales de 16.600 millones de dólares (unos 13.000 millones de euros). La administración estadounidense ya ha entregado otros 13.400 millones (10.500 millones de euros).
El impacto del ajuste sobre la planta zaragozana sigue sin concretarse. Su ahorro de costos en 2008 fue de 42,9 millones y, de ellos, ya se han recortado 31,5 millones, según las estimaciones sindicales. Sus trabajadores han sido advertidos de que el futuro dependerá de los ingresos que sea capaz de generar. La factoría se ha adjudicado la fabricación de los futuros Combo, Corsa y Meriva.
Aragón estudia dar más ayudas
El Gobierno de Aragón ya ha comprometido un aval de 200 millones para asegurar la continuidad de Figueruelas. Pero, ante la gravedad de la crisis y la importancia de la fábrica en su economía está dispuesta a ampliar sus ayudas. El consejero de Economía, Alberto Larraz, subrayó que todas las ayudas 'estarán vinculadas al compromiso de nuevas inversiones, como el aval ya concedido se relaciona con la fabricación del nuevo Meriva'.