Hamburguesas, pizza y pollo frito eluden la crisis
Mientras el número de parados aumenta, el consumo se ralentiza y el cierre de empresas se dispara, otros negocios han visto incrementar sus ventas, sobre todo el sector de la comida rápida.
Empresas como McDonalds o Kentucky Fried Chicken (KFC) han hecho público el crecimiento que han experimentado sus ventas en los últimos meses a nivel mundial, y esta última incluso ha anunciado la creación de 9.000 puestos de trabajo sólo en el Reino Unido en un periodo inferior a cinco años.
El 2008 fue un buen año para los vendedores de hamburguesas, tal y como demuestran los datos registrados por McDonalds, que aumentó sus ventas en un 6,9% durante el año 2008.
Por continentes, el incremento producido en Europa (8,5%) duplicó al cosechado en EEUU (4%).
Su gran competidor, Burger King, anunció también fuertes avances en países como España o el Reino Unido, así como en algunas zonas de Sudamérica.
Burger King registró un aumento en sus ventas del 5,2% durante el último semestre de 2008 gracias sobre todo al mercado latinoamericano, donde sus ventas crecieron un 11,2% en este mismo período.
El sector, que ha sido ampliamente criticado por los efectos nocivos de este tipo de comida en la población y su implicación en las altas tasas de obesidad que presentan algunos países, como EEUU, parece que se ha sobrepuesto y vive una nueva "edad de oro" propiciada por los problemas económicos de los consumidores.
En el Reino Unido este tipo de establecimientos también han estado en el ojo del huracán, y el propio ejecutivo británico presidido por Gordon Brown planteó la posibilidad de pagar a los ciudadanos por adelgazar.
No en vano, la obesidad infantil se sitúa en el país en el 30%, lo que ha llevado también a impartir clases de cocina a los alumnos de enseñanza media para evitar que recurran a la llamada "comida basura".
Otro de los beneficiarios de esta situación ha sido la compañía Domino's Pizza, que también ha hecho público su objetivo de ampliar su nómina de trabajadores en 1.500 nuevos empleados sólo en este año.
"Estamos viendo que mucha gente se interesa ahora por comprar comida a un precio más asequible, pero creemos que este cambio de tendencia también es el resultado de una estrategia a largo plazo centrada en ofrecer un producto de una calidad excelente junto a un buen servicio", explicaron a Efe fuentes de la cadena Domino's.
Pero no es sólo la "comida rápida" la que se beneficia del deterioro de los mercados internacionales. Supermercados conocidos por sus bajos precios como Lidl o incluso cadenas especializadas en el llamado "take away" -llevarse la comida a la oficina o a casa- también han experimentado fuertes subidas en sus cifras de negocio.
La cadena alemana Lidl espera crear unos 2.000 nuevos puestos de trabajo en el Reino Unido con la apertura de 50 nuevas tiendas en 2009, planes de expansión que también planteó el pasado verano Aldi, que piensa abrir 227 nuevos establecimientos.
El mes pasado, Subway -dedicada fundamentalmente a la venta de bocadillos y sandwiches para comer fuera del establecimiento- prometió crear trabajo para 7.000 personas más en las islas británicas gracias a la apertura de 600 nuevas tiendas.