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Diario de a bordo

La Bolsa desoye el mensaje de los políticos

El mercado descuenta que las medidas no servirán.

Corría el año 1852 cuando justo el día en que la reina Isabel II cumplía años, el ministro Melchor Ordóñez dio un golpe de efecto que le reportó grandes beneficios políticos, invitando a su majestad la reina a la inauguración del Hospital de Nuestra Señora del Carmen. Todo quedó muy bien, el acto fue estupendo, las instalaciones dignas y la reina se marchó muy satisfecha.

Lo que no fue conocido es que en realidad ese hospital sólo estaba en estudio, parece que ni se tenía puesta la primera piedra y que en realidad lo que vieron los periodistas fue un asilo de niños que llevaba en marcha muchos años y donde Ordóñez arregló esto y lo otro, pintó por aquí y por allá, compró algunos muebles y cambió a los niños de sitio. Como vemos es un caso extremo de las cosas de los políticos.

La Bolsa sigue cayendo, y es que parece que por muchas medidas que tomen los políticos, que las han tomado y muy importantes, especialmente sobre los bancos en EE UU, a los operadores les parece que es como cuando cambiaba Melchor Ordóñez a los niños de sitio. Que son medidas que no servirán.

El gráfico superior, de Bank of America, creo que define bien la situación. Vean cómo un valor sólido, aparentemente seguro, se desintegra como un azucarillo en pocos meses, destrozando todos los conceptos de valor, o de PER barato, o de activo seguro que pudiéramos haber usado.

¿Quién hubiera podido pensar que invirtiendo en algo tan sólido, como un banco hace dos años pudiera perderlo todo? Pues si somos sinceros nadie. Pero esta crisis está destrozando muchas cosas que se daban por supuestas en la Bolsa. Con dramas como el de este gráfico, es fácil entender que la falta de confianza en el mercado va a tardar mucho en irse. A la gente le da igual que los políticos devuelvan la confianza, lo que quieren es que les devuelvan el dinero. La tendencia es bajista y no hay que darle muchas vueltas, hay que seguir lejos del mercado, porque tampoco parece que se pueda aspirar a más que a rebotes.

Durante la semana, duras bajadas ante el miedo, entre otros, de que este tipo de grandes bancos en EEUU terminen nacionalizados y que esta forma de proceder se extienda.

Desde el punto de vista técnico, tenemos ya que fijarnos en la zona de grandes soportes mayores de largo plazo de los 2.000 del futuro del Euro Stoxx y de los 750 más o menos del mini S&P, tras haber perdido ese peligroso de los 800 puntos. La posibilidad de pasarlos a la primera es baja, y las posibilidades de que en su altura se inicie algún tipo de rebote relativamente altas. Pero esta crisis se caracteriza por convertir en realidad las cosas imposibles, así que por si acaso, habría que considerar que perder esos niveles sin más sería muy negativo y habría que andarse con ojo.

Teun Draaisma, de Morgan Stanley, comenta que para que termine la tendencia bajista hacen falta tres cosas, que termine el proceso de desapalancamiento, que deje de bajar el mercado inmobiliario en EE UU y que termine la crisis de beneficios de las empresas. Ninguno de estos requisitos parece que por el momento tenga posibilidades, por lo que no queda más remedio, como dice Draaisma, que la paciencia.

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