Previsiones en papel mojado
Los economistas suelen decir de sí mismos con ironía que más que estimar la coyuntura futura son especialistas en explicar lo ocurrido en el pasado. Si bien esta apreciación corrobora que la economía es una ciencia social, y por tanto, inexacta, debido a las múltiples variables que la conforman, lo que ha pasado en 2008 se sale de los parámetros normales.
Prueba de ello es la enorme diferencia entre lo previsto por los expertos y lo que ha ocurrido en realidad, algo que hace saltar por los aires la confianza en cualquier modelo de predicción que se esté manejando, incluido los de las instituciones internacionales como el FMI.
Cierto es que a finales de 2007 el Gobierno era muy optimista en sus previsiones sobre 2008 (apuntaba en los Presupuestos del Estado a un crecimiento del PIB del 4,1%) y fue muy criticado por ello, pero todos los servicios de estudios se han situado en situaciones parecidas, de excesivo optimismo.
Así, el consenso de los 13 servicios de estudios más importantes de España, aglutinados en el panel de expertos de Funcas, preveía en diciembre de 2007 un crecimiento del PIB del 3,1% para el año 2008, tres veces menos de lo ocurrido en realidad (1,2% de media y una recesión del 0,7% si se toma el dato del cuarto trimestre). Algunos servicios como el de La Caixa llegaban incluso ese mes a pronosticar un aumento del PIB del 3,8%, cercano al 3,4% de la Comisión Europea y del 3,2% de la OCDE.
En la primavera pasada (abril) y cuando ya se tenían cifras de todo el primer trimestre y datos significativos del segundo, el consenso de los expertos revisó a la baja sus pronósticos pero aún mantenía un crecimiento medio del 2,5% (ver tabla) en lo que se hablaba entonces de profunda desaceleración. Después, ha habido casi tantas revisiones a la baja como meses han transcurrido. Sólo en enero de este año y con la recesión confirmada de antemano por el Banco de España y antes de que se publicaran los datos oficiales (de ayer) del INE, los servicios de estudios apuntaban a una estimación parecida a la realidad.
¿Son meros errores de cálculo o fallos generalizados en los modelos de predicción? Los estadísticos consultados admiten que en fases de cambio de ciclo, en pleno punto de inflexión de la economía, es cuando más difícil es realizar previsiones. Cabe pues preguntarse por la utilidad de un modelo de predicción si es inservible para calibrar el momento más delicado de una economía. De cara a 2009, los expertos han vuelto a hacer su trabajo.
El consenso a fecha de hoy parte de un previsión de caída del PIB del 1,8%. Dentro de un año sabremos la verdad.