El modelo de Iberdrola
La internacionalización y el desarrollo de nuevas tecnologías son dos garantías de futuro. Aunque ya se haya establecido con fuerza el doble convencimiento de que es el camino adecuado y de que se deben eliminar absurdos complejos de inferioridad para competir en el mundo, aún son dos pilares que han de cimentar muchas empresas españolas. Ayer, Iberdrola presentó los mejores resultados de su historia y anunció que, a pesar de la crudeza de la crisis económica, su objetivo es, al menos, mantener ese nivel este año. No es casualidad que sean la internacionalización y la filial de energías renovables -una de las nuevas tecnologías con más futuro- las responsables de esta evolución. En un día aciago en la Bolsa, el mercado recompensó al valor con la mayor subida de la sesión. El modelo de Iberdrola, que en poco tiempo ha dado el salto a ser la tercera empresa del Ibex y la quinta eléctrica del mundo, parece apoyado en buenas bases.