Sebastián traslada a Gallois su malestar por la integración en Airbus
El Gobierno ya ha movido ficha para tratar de preservar la posición española en el consorcio aeroespacial europeo EADS. La semana pasada, el propio ministro de Industria, Miguel Sebastián, trasladó cara a cara al máximo responsable del grupo, el francés Louis Gallois, el malestar del Ejecutivo por cómo se está llevando el proceso de integración de EADS-MTAD, la división de transporte militar bajo responsabilidad española, en Airbus por parte de los dirigentes de la filial aeronáutica, el alemán Tom Enders y el francés Fabrice Brégier.
Fuentes cercanas al Ejecutivo explicaron que, el jueves de la semana pasada, día 12, el ministro mantuvo un encuentro con el directivo galo al que también asistieron 'altos responsables' del Ministerio de Defensa y de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). España mantiene una participación del 5,49% en EADS a través del holding público y está presente en el consejo de administración del consorcio con un representante que, desde el año 2005, es el ex ministro Juan Manuel Eguiagaray.
Las fuentes consultadas señalaron que el ministro Sebastián exigió a Gallois el mantenimiento de la 'autonomía funcional' de la división liderada por el español Carlos Suárez. Una de las condiciones, recordó, con las que el Gobierno español accedió a que EADS-MTAD pasara a convertirse en la división militar de Airbus. 'Según se acordó, la integración no implicaría, bajo ningún concepto, que se diluyera la división de transporte militar en Airbus', recalcaron estas fuentes.
A mediados del pasado mes de diciembre, el consejo de administración de EADS acordó la integración de la división en el marco del proceso de reestructuración del grupo impulsado en 2007 con el fin de ganar competitividad y tratar de reducir las peleas internas entre los países socios del consorcio (España, Alemania y Francia). Asimismo, se vio como una fórmula para intentar reconducir el programa del avión de transporte militar A-400M, el principal quebradero de cabeza del grupo en la actualidad, con unos sobrecostes ya reconocidos de 1.700 millones de euros.
El ministro de Industria también le expresó a Gallois su descontento por el hecho de que las diferencias dentro de EADS se hayan aireado en la prensa de forma interesada, tratando de responsabilizar a España de las dificultades que están surgiendo en el proceso.