EE UU investiga a militares de alto rango por fraudes en contrataciones en Irak
EE UU está investigando a oficiales de su Ejército por su papel en la gestión de los 125.000 millones de dólares (unos 97.882 millones de euros) presupuestados por Washington, el Gobierno de Bagdad y la comunidad internacional para la reconstrucción de Irak.
Según The New York Times, las investigaciones, que ya han dado lugar a condenas de algunos estadounidenses que trabajaron para la Autoridad Provisional de Irak, se centran ahora en el coronel retirado de la armada, Anthony B. Bell y el teniente coronel de las Fuerzas Aéreas, Ronald W. Hirtle. De acuerdo con el diario británico The Independent, no se sabe cuánto dinero ha desaparecido de la pista de los interventores.
50.000 millones en liza
Sin embargo, un informe del Inspector General para la Reconstrucción de Irak, deja caer que podría exceder los 50.000 millones de dólares (39.152 millones de euros), algo que lo convertiría en un fraude mayor que el de Bernard Madoff a los inversores.
Bell estuvo a cargo de labores de contratación de construcción en Irak de 2003 a 2004, cuando desde Washington se cerró el compromiso de reconstruir un país roto por la guerra y años de embargo. Hirtle fue uno de los altos cargos destinados a la contratación en Bagdad en 2004. Las autoridades están solicitando ahora información de sus cuentas bancarias.
No hay detalles de qué sospechas hay sobre estos dos oficiales y en conversaciones con el diario neoyorquino ambos aseguran que no tienen nada que esconder a los investigadores. No obstante, las autoridades han detectado en los últimos años actividades corruptas en las oficinas de contratación para la que trabajaban estos dos militares. Uno de los casos que más ha llamado la atención era el de Robert Stein, un interventor de la Autoridad Provisional que en 2005 fue acusado de blanqueo de dinero y conspiración.
La investigación sobre los oficiales del Ejército parten de la información que les dio un contratista y vendedor de armas, Dale Stoffel, muerto en 2004 en Irak. Stoffel describió a las autoridades situaciones dignas de películas de acción de Hollywood sobre la oficina en la que trabajaban el coronel Bell y el teniente coronel Hirtle. A cambio, se le prometió protección.