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Adquisición

Renta Corporación renuncia a la compra de tres edificios en Nueva York

La compañía inmobiliaria Renta Corporación ha preferido dejar vencer tres de las cinco opciones de compra de edificios que tenía en Nueva York, a causa del entorno de crisis y paralización del sector inmobiliario en la ciudad estadounidense, según han explicado fuentes del sector.

Así, de las cinco opciones de compra que el grupo español tenía el pasado año 2008 sobre activos en la ciudad de los rascacielos, sólo se ha ejecutado una, con la compra del inmueble en cuestión, mientras que se ha prolongado la opción de otro de los edificios. Portavoces de la compañía, por su parte, han declinado hacer declaraciones.

El edificio en propiedad está en Warren St. en el barrio de Tribeca y dispone de una edificabilidad de 5.000 metros cuadrados (m²) y cuenta con once plantas sobre rasante, fue adquirido por Renta Corporación en octubre del año pasado.

En abril de este año, Renta intentó venderlo a un promotor local por 13 millones euros, pero la operación no llegó a cerrarse porque el comprador no pudo encontrar financiación, un problema que está paralizando el conjunto del mercado inmobiliario neoyorkino.

Sobre este inmueble en Tribeca, Renta tiene listo el proyecto de transformación de vivienda en oficinas, pero no se han iniciado las obras a la espera de que cambie el clima inmobiliario.

Otra opción que iba a vencer era la de un edificio en Broadway St, pero en este caso la compañía ha optado por prolongar la opción y esperar la evolución del mercado.

Al no ejecutar las tres opciones de compra restantes, la compañía ha evitado invertir cerca de 300 millones de euros en unos productos cuyo precio ya había quedado desfasado por la negativa evolución del mercado inmobiliario en Nueva York.

En todo caso la renuncia a las opciones trastoca, en parte, los planes de la compañía cuyo presidente y accionista mayoritario es Luis Hernández de Cabanyes, que había presentado a principios de año un plan estratégico basado en la internacionalización para compensar la debacle del mercado inmobiliario español y que en especial apostaba por crecer en Nueva York.

A la postre, esto tampoco ha sido posible pese a que Renta Corporación abrió una oficina en Nueva York, pues este mercado era prioritario, porque las dificultades que están poniendo los bancos para financiar operaciones está dificultando el ritmo de rotación de los inmuebles que se mantuvo en los cinco años previos a 2008.

La prioridad de Renta Corporación en este momento es la liquidez e incluso han puesto en venta su sede corporativa, en el número 252 de Via Augusta de Barcelona por 90 millones de euros, pero por ahora no ha habido compradores interesados.

Al cierre del tercer trimestre de 2008 las pérdidas de Renta Corporación sumaban 25 millones de euros y el grupo está centrado en reducir la deuda financiera neta, que en un año, también con datos del tercer trimestre, se había rebajado un 9% hasta los 665 millones.

Se espera que los resultados de cierre del año sean negativos y que el grupo opté por hacer importantes provisiones para cubrir la depreciación de activos, básicamente el suelo en España, que supone el 40% de las existencias y que, según las cuentas del tercer trimestre, estaba valorado en 300 millones de euros.

La acción de Renta Corporación se ha visto castigada en la línea del derrumbe que ha vivido el sector inmobiliario y si hace un año había llegado a cotizar a 12 euros, ahora ronda los 2 euros el título, con lo que el valor bursátil se ha reducido a una quinta parte de lo que cotizaba hace doce meses.

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