Los administradores de Martinsa piden poner a la cola de cobro a varias entidades
Los administradores judiciales de Martinsa Fadesa han solicitado al Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña que coloque a la cola del cobro a varias entidades financieras que se han negado a renunciar a las garantías que tomaron cuando refinanciaron la deuda del grupo en mayo de 2008.
Así figura en la demanda incidental presentada hoy, en la que los administradores concursales solicitan que se anulen las garantías que tomaron los cerca de 50 bancos, cajas y fondos de inversión que intervinieron en la refinanciación de 3.742 millones de deuda de Martinsa-Fadesa, con el objetivo de asegurarse el cobro de los créditos concedidos.
La mayoría había renunciado a esas garantías, pero el hecho de que un puñado se negara a ello ha obligado a los administradores concursales a presentar la demanda, aunque han castigado a ese grupo (en el que figuran Morgan Stanley y el Shinsei Bank, dos de los principales acreedores extranjeros, con 299,95 millones y 144,33 millones de euros, respectivamente) con la petición de que se subordinen sus créditos por haber actuado con "mala fe".
Además del acuerdo de refinanciación, también han pedido que se rescinda el contrato que firmó la banca en febrero de 2007, cuando aceptó financiar la compra de Fadesa por parte de Martinsa, y que se modificó en 2008, ya que establece una serie de prioridades de cobro para las entidades firmantes que "vulneran el principio de prioridad de pagos del Código Civil y de la propia Ley Concursal", la que se aplica a las empresas y personas insolventes.
Los tres administradores concursales -Antonia Magdaleno, Antonio Moreno y Ángel Martín Torres- también consideran que la refinanciación de la deuda de la inmobiliaria "no sirvió para evitar su insolvencia", ya que "se trata, en sustancia, de un acuerdo de aplazamiento de deuda pendiente, sin inyección de liquidez, puesto que su contenido se limitó a modificar la fecha de vencimiento de las obligaciones ya contraídas".
Asimismo, destacan que la deuda de Martinsa-Fadesa se vio "gravada con una importante comisión de novación" por cambiar las condiciones del acuerdo de financiación de 2007, que ascendió a 75 millones de euros, y cuya devolución reclaman ahora a Morgan Stanley.
De hecho, el banco de inversión estadounidense es una de las entidades contra las que más arremeten los administradores concursales, que se quejan de que "se ha encontrado con una actividad totalmente dilatoria y poco colaboradora de determinadas entidades firmantes del contrato de refinanciación".
Respecto a Morgan Stanley, afirman que fue la sociedad que intelectualmente creó la estructura de financiación, además de ser la que propuso a Martinsa la posibilidad de adquirir Fadesa, y la beneficiaria de la comisión de novación de 75 millones de euros.
"Lo que es más grave del asunto, y prueba evidente de mala fe de las (entidades) no adheridas (al pacto de renuncia de las garantías) es el hecho de que a lo largo de todo el procedimiento concursal han protagonizado una auténtica cadena de hechos dilatorios y sin duda tendentes a ponerse en una posición más favorable que el resto de los acreedores", se quejan los administradores concursales.
En concreto, destacan que entidades como Shinsei Bank o Banco Itáu no sólo no renunciaron a sus garantías, sino que dieron a su apoderado un poder con caducidad, lo que "nos invita a pensar que la actitud mostrada no es otra que la tendente a dilatar, entorpecer y sin duda favorecer mediante la oportuna imposibilidad de notificación y conseguir que sigan vigentes sus garantías con el fin, quién sabe, si de esperar a que transcurra el período de enfriamiento de un año para poder comenzar las ejecuciones".
"Es evidente que la mala fe con la que han actuado los demandados en este procedimiento debe llevar aparejada la pérdida de sus privilegios y la subordinación de sus créditos", concluyen los administradores concursales.