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Campaña corporativa

Panasonic invita a sus empleados a consumir productos de la compañía para reflotar las ventas

El grupo japonés de electrónica Panasonic, que la semana pasada anunció el recorte de 15.000 empleos en todo el mundo por la caída de la demanda, ha lanzado una campaña en el seno de su organización en Japón en la que pide a sus empleados que consuman productos de la propia compañía antes del próximo mes de julio.

En concreto, insta a a unos 10.000 administradores y gerentes de la empresa a que gasten al menos 100.000 yenes (850 euros). Asimismo, la poco ortodoxa medida de la multinacional para reactivar sus ventas contempla que los directivos de mayor grado desembolsen un mínimo de 200.000 yenes (1.700 euros) en productos Panasonic, según indica el diario británico The Times

En este sentido, aunque la medida tiene carácter voluntario, la filosofía corporativa de Panasonic, de acuerdo con la tradición empresarial nipona, valora en gran medida la lealtad de los empleados con la empresa para la que trabajan.

De hecho, un portavoz de Panasonic indicó que la multinacional no espera elevadas tasas de rechazo a esta acción, denominada 'Buy Panasonic', y que no es la primera vez que se pone en práctica en el seno de la compañía.

La medida adoptada por Panasonic se suma a la tomada por Fujitsu, cuyo presidente envió un email a unos 100.000 empleados de la empresa para apuntar lo positivo que sería si aumentara la tasa de empleados que compran PCs y telefónos móviles de la compañía. Asimismo, el fabricante de automóviles Toyota ha iniciado una campaña similar para fomentar la compra de coches de la marca entre sus empleados.

Pérdidas trimestrales

El pasado 4 de febrero, Panasonic informó de que había registrado pérdidas de 63.100 millones de yenes (546 millones de euros) en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal, frente al beneficio neto de 115.200 millones de yenes (996 millones de euros) del mismo periodo del año anterior.

Asimismo, la compañía revisó a la baja sus previsiones de cara al cierre del ejercicio y ahora prevé una facturación de 7,75 billones de yenes (67.027 millones de euros), un 15% por debajo de su anterior estimación, mientras que advirtió de que podría sufrir pérdidas por importe de 380.000 millones de yenes (3.288 millones de euros), frente a la anterior estimación de un beneficio neto de 30.000 millones de yenes (259 millones de euros).

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