"La informatización de la justicia se puede hacer en pocos meses"
La magistrada catalana advierte que la justicia española trabaja con métodos del siglo XIX y plantea la necesidad de que se adopten sistemas tecnológicos similares a los establecidos en Hacienda. Uno de sus objetivos finales es que se elimine el papel.
Purificación Pujol fue abogada en ejercicio hasta 1997, cuando fue nombrada juez sustituta adscrita a los Juzgados de Primera Instancia de Madrid. Ha trabajado en temas de gran relevancia como el caso Afinsa. La magistrada, que muestra su preocupación por la huelga de los jueces del próximo 18 de febrero, afirma que la justicia española carece de medios humanos y tecnológicos. La semana que viene, Pujol moderará unas jornadas organizadas por el Club Diálogos para la Democracia sobre la modernización de la justicia, impulsadas por Garrigues, Accenture y Oracle.
Pregunta. ¿Cuáles son las deficiencias que ve usted en la administración de la justicia española?
Respuesta. Claramente la falta de medios humanos y de modernización tecnológica. Y en esto todos están de acuerdo, conservadores, progresistas, Ministerio, comunidades autónomas... Faltan jueces. La estadística de cuántos jueces corresponden por cada 100 habitantes nos sitúa muy por debajo de la media europea. Además, todos coinciden en que el sistema es arcaico. Trabajamos como el siglo XIX, sólo con papel.
P. ¿Cuál sería su mayor demanda de modernización tecnológica?
r. Un sistema que permita prescindir del papel. La mayoría de los jueces trabajamos los fines de semana y llegamos los lunes al juzgado con maletas con ruedas porque no podemos cargar hasta casa con el peso de los autos. En nuestra jornada se va a ver una propuesta tecnológica para justicia en la que tanto el juez como el secretario se pueden conectar a su oficina desde el exterior. La digitalización podría permitir grandes ahorros, pues actualmente en casos como Afinsa o Fórum, en los que hay miles de afectados, los abogados deben hacer miles de copias en papel. En los tribunales de La Haya, por ejemplo, no ven el papel. Hay unas claves, según las cuales puedes entrar en mayor o menor información. Con este sistema, el abogado, e incluso el particular podría entrar desde su casa en el juzgado para ver como está su caso.
P. Parece que otra de las cuestiones básicas sería la integración de las múltiples bases de datos actuales.
r. Sin duda. Por ejemplo, en Andalucía, los fiscales tienen un sistema informático y los jueces otro. Cada uno pertenece a un colectivo y no están conectados. No puedes saber cuál ha sido el dictamen del fiscal si no lo tienes a mano. No puedes dar a un botón y tener acceso a él. Por los datos que manejan los especialistas de Accenture, Oracle y Garrigues, con los que estoy en contacto, es muy sencillo conectar los juzgados con la Policía, la Guardia Civil y la Fiscalía.
P. ¿Y qué inversión requeriría modernizar todo el sistema?
r. No lo sé. Es una cuestión que tendrán que valorar el gobierno y las comunidades autónomas. Pero por la información que manejo estoy asombrada de lo fácil que sería implantar un buen sistema tecnológico. Su despliegue sería una cuestión de muy pocos meses. Aunque hay un problema que dificulta alcanzar esta unidad tecnológica, que son los distintos patronos que tiene la administración de justicia. Los funcionarios y los edificios son de las comunidades autónomas, los fiscales y los secretarios del Ministerio de Justicia, y los jueces parece que son del Consejo General del Poder Judicial. Cuando no te funciona una base datos, no sabes si depende de una u otra administración. Esto no debería ser así.
P. La huelga planteada por los jueces para el día 18 reivindica todo esto... ¿Cuál es su opinión sobre esta movilización?
r. Es un tema muy delicado y conflictivo. En mi opinión es muy discutible que un poder del Estado como el judicial pueda hacer huelga. Es como si el gobierno o el parlamento decidieran hacer un paro similar.
P. ¿Cree que existe sensibilización para afrontar el problema? ¿Es una amenaza la crisis económica actual?
r. Creo que existe ánimo por parte del Gobierno de solucionar todas las carencias que existen en justicia. Incluso hay más sensibilidad que nunca. Pero ciertamente el problema de la crisis puede imposibilitar que tengan medios suficientes para invertirlo en justicia. Las carencias que tenemos no son de ahora ni de hace un mes. Son de hace 40 años. No podemos echar la culpa a ningún gobierno. Pero creo que hemos elegido el peor momento; hubiera sido mejor haberlo planteado hace ocho años cuando España estaba mucho más boyante.
P. ¿Hay comunidades autónomas mejor preparadas?
r. Están todas igual de mal en cuanto a avances tecnológicos.
Ahorros. "El CGPJ agilizaría la inspección de los juzgados"
¿Cuánto tiempo podría ahorrar la tecnología en casos como Afinsa o Fórum?Muchísimo tiempo. Piense que en los macrojuicios citados o en el caso del accidente de Barajas, se añade un refuerzo al juzgado competente que consiste en un juez, un secretario judicial y unos funcionarios paralelos. Es un problema de mucho papel. Con tecnología se ahorraría casi el refuerzo, y ya hay mucho dinero invertido en refuerzos a juzgados que están atascados.¿Qué otras ventajas destacaría de la tecnología?Habría más transparencia. Se sabría cuánto tiempo ha gastado un funcionario en un asunto, a quien se ha hecho una notificación, no se podría destruir ninguna resolución y se impediría que alguien quisiera dar el cambiazo, aunque es algo infrecuente.¿Y se podrían reducir los errores judiciales?Por supuesto. Se podría establecer un sistema de alertas que avisara, por ejemplo, de cuando hay que prorrogar la prisión a un convicto. Hemos visto casos en los que se ha liberado a un preso porque al juez se le olvidó prorrogar la prisión. Las alertas también podrían establecerse para avisar sobre la prescripción y la caducidad de expedientes. Hoy, para ver el estado de una demanda tienes que llamar al funcionario para que te traiga toda la documentación y a veces pueden pasar dos días. Nos evitaríamos un montón de procesos.¿De qué forma beneficiaría la implantación de un sistema tecnológico al Consejo General del Poder Judicial?Sin duda, se beneficiaría en su tarea de controlar la efectividad de los juzgados y la inspección de cada una de las magistraturas establecidas en todo el territorio español. Ahora, por ejemplo, para hacer una inspección en Orense, se envían desde Madrid a un juez, un secretario, un ayudante... y se asumen unos costes muy altos en viajes, estancia y otras necesidades. En el juzgado inspeccionado también deben pedir los expedientes que están sin resolver, revisarlos. Con un sistema digitalizado, podría llegar a haber un búnker en el propio CGPJ desde el que tendrían acceso a las demandas que han entrado en un juzgado, los expedientes que se han resuelto, ver el dinero de las cuentas de los juzgados. Sería casi mágico y se ahorrarían muchos millones.
"Debemos tener un sistema como el de Hacienda"
Purificación Pujol tiene claro que el modelo a seguir por la administración de justicia en España es el Ministerio de Hacienda y la Agencia Tributaria. 'Das tu nombre y tu DNI y te dicen hasta donde desayunaste ayer. Lo saben todo. En cambio, en la justicia eso no existe. Carecemos de un acceso rápido a los datos registrados en todos nuestros archivos', asegura la juez, quien añade que 'deberíamos tener un botón que al pulsarse saliera toda la información referente a un caso'.De todas maneras, Pujol señala que en la administración judicial sí se ha empezado a aplicar el uso de diversas tecnologías. Por ejemplo, el uso de los sistemas de videoconferencia se ha generalizado. 'En los juzgados penales, los forenses ya declaran todos desde el Instituto Anatómico Forense, con lo cual ya no tienen que desplazarse. Yo he empleado la videoconferencia en bastantes juicios y funciona muy bien', dice Pujol.La magistrada catalana comenta que otra de las opciones que están manejando los juzgados en España es la grabación de las declaraciones en soporte digital. 'Al transcribir al papel la declaración de un denunciado es muy difícil expresar el tono, si tartamudea o si está nervioso. Yo hago apuntes aclaratorios en el escrito. Pero al grabarse, los jueces de las audiencias provinciales que tienen que revisar una resolución u otras instancias superiores, pueden ver con exactitud cómo se hizo la declaración', indica Pujol, quien aclara que en casos como el de Afinsa hay pruebas que ya están en soporte digital.