Pioneer recorta 10.000 empleos y deja el negocio de las pantallas planas
La empresa japonesa de electrónica Pioneer anunció ayer que eliminará 10.000 empleos de su plantilla en todo el mundo y que se retirará del negocio de las pantallas planas en marzo de 2010.
La caída del mercado electrónico mundial incrementará las pérdidas de la compañía hasta una cifra récord de 130.000 millones de yenes (1.122 millones de euros), según las previsiones hechas públicas ayer por la compañía. Es un 66% más de lo que la empresa predijo en octubre que registraría en pérdidas para este año fiscal, que cierra en marzo. La empresa japonesa estimó que cerraría el año con una caída de sus ventas del 28% pero la depreciación del yen también ha impactado negativamente en sus cuentas. Es el quinto año consecutivo que la compañía de electrónica da pérdidas al cierre de año.
Los despidos representan el 16% de su plantilla. Un 60% del recorte se hará entre empleados fijos y un 40% sobre contratos temporales, explicó ayer la empresa. La empresa con sede en Tokio tiene ahora 36.900 empleados fijos y entre marzo y diciembre ya recortó otros 5.900 puestos de trabajo.
Además, para hacer frente a la crisis, Pioneer quiere 'transformarse en una empresa centrada en el negocio de la electrónica para el automóvil'. Por ello dejará de producir pantallas de plasma de televisión, división que era deficitaria, y también de desarrollar productos de uso doméstico. Esta reestructuración de divisiones supone además que la compañía recortará el 30% de sus fábricas en todo el mundo. En concreto cerrará una planta de producción de pantallas planas en el Reino Unido este mes. El próximo mes de abril, planea cerrar otra instalación productiva en EE UU.
Por otro lado, Pioneer también ha decidido dejar de pagar primas a los ejecutivos y recortar entre un 20% y un 50% sus salarios desde este mismo mes y hasta marzo de 2011.
Fábricas
Los despidos también implican que Pioneer recortará su fuerza productiva en un 30%. En los próximos dos meses, cerrará dos fábricas en EE UU y el Reino Unido. En el último trimestre de 2008 obtuvo unas pérdidas netas de 226 millones de euros.