El INE ratifica la primera recesión de España en quince años

Inversión y consumo recortan el PIB un 0,7% en el cuarto trimestre

El Instituto Nacional de Estadística avanzó ayer el dato agregado de producto interior bruto para el último trimestre del año pasado, que sitúa en una caída interanual del 0,7%. Si se toma como referencia el trimestre anterior, la caída alcanza el 1%. Esas cifras ratifican los malos augurios que expresó hace dos semanas el Banco de España: tras acumular dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, la economía del país se encuentra oficialmente en recesión.

A falta de que el propio INE desglose el próximo miércoles los datos de la contabilidad nacional, cabe esperar que en el cuarto trimestre se hayan agudizado las tendencias marcadas en los anteriores: desplome de la inversión (sobre todo, en vivienda), aportación positiva de la demanda externa (por la caída de las importaciones) y decrecimiento del consumo privado.

Los analistas de Citi consideran que la actividad retrocederá otro 1% en el trimestre actual: 'los indicadores mensuales no señalan una pronta recuperación. La desinflación de la burbuja inmobiliaria y el ajuste de una economía extremadamente apalancada pesarán en la actividad por un periodo prolongado', señalan en un informe. La entidad cree que el PIB, que todavía creció un 1,2% en el conjunto de 2008, se contraerá un 3% en el año en curso.

Los datos referentes a las principales economías de la zona euro se conocerán hoy, junto con el agregado de la región. Los analistas ya anticipan una nueva contracción en el cuarto trimestre de 2008 de alrededor del 1,3%. Se trataría, de confirmarse, del mayor descenso de la actividad en casi tres décadas. La Unión Económica y Monetaria ya entró en recesión en el tercer trimestre, al igual que Alemania e Italia. Fuera de la moneda única, el Reino Unido se unió al grupo recesivo en el cuarto trimestre, al igual que España.

El deterioro de la situación económica continúa agravándose, mientras la crisis financiera sigue sin dar muestras de estabilización. Ayer, el gobierno irlandés aprobó ayer una inyección de 9.000 millones de dólares para salvar de la quiebra a los dos principales bancos del país.

Señales de esperanza

Mientras las malas noticias continúan llevándose la palma alrededor del globo, ayer se conocieron dos datos que dejan ver un resquicio de esperanza. Las ventas al por menor en Estados Unidos crecieron en enero un 1%, impulsadas por las rebajas. Sea como fuere, los datos publicados por el Departamento de Comercio suponen el mayor avance desde noviembre de 2007, lo que podría indicar que el punto de inflexión no está lejos.

En el otro lado del Pacífico, China también recibió un pequeño respiro. Después de que el miércoles se publicase una alarmante caída del 18% en sus exportaciones, ayer se conoció que, en el mes de enero, los bancos del país otorgaron préstamos por valor de 1,62 billones de yuanes (unos 182.000 millones de euros), su máximo histórico. Esa cantidad equivale casi a la tercera parte del capital prestado el año pasado, y lleva a pensar en un alivio de la situación financiera de la fábrica del mundo.

España lidera la caída histórica de la producción industrial europea

Según la agencia estadística Eurostat, el índice de producción industrial de la zona euro retrocedió en enero un 12%, la mayor caída de su historia. España, con un descenso del 19,6%, encabeza el deterioro en la zona, y sólo Estonia registra peores guarismos en toda la Unión Europea.En el conjunto del año, el índice retrocedió una media del 1,7% respecto a 2007. El peor registro en diciembre correspondió a los bienes de consumo intermedio, que cayeron un 20,3%. La producción de bienes de consumo duradero descendió un 14,5%, por un 11,7% de los de capital y un 3,9% de los bienes de consumo no duradero.

Japón se asoma de nuevo a la pesadilla de la deflación

La generalización de la crisis financiera amenaza con pulverizar récords negativos en buena parte del mundo. Un grupo de 24 economistas consultado por Bloomberg cree que la economía de Japón decreció un 11,7% en términos interanuales en el cuarto trimestre del año pasado, lo que supondría el peor registro en el país del sol naciente desde la crisis del petróleo de 1973. El dato oficial se conocerá el lunes, aunque pocos dudan de que el desplome supere el 10%, debido a la debilidad de la demanda interna y la caída de las exportaciones. Sin embargo, esa no es la única fuente de preocupación económica en el país. Los precios al por mayor cayeron un 0,2% en enero, su primer retroceso en seis años. Esa caída puede ser la antesala a un descenso generalizado y prolongado del IPC, que llevaría al país de vuelta a la deflación de los años 90. El Banco de Japón no excluye que esa situación pueda durar dos años.