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Reestructuración del motor

Nissan amplía la sangría de empleos en la industria de la automoción

El sector de la automoción prosigue con la tijera para enfrentarse a la crisis, y a los recortes de producción les siguen los de empleo. Nissan comunicó ayer que prescindirá de 20.000 de sus empleados -entre otras medidas- durante este ejercicio tras anunciar pérdidas millonarias. Con este anuncio, son ya cerca de 64.000 los empleos que se han perdido en la gran industria desde septiembre.

Nissan se aprieta el cinturón y engorda la lista de despidos en la industria de la automoción. El fabricante japonés presidido por Carlos Ghosn anunció ayer que prescindirá de 20.000 empleados en el mundo tras dar a conocer unos resultados financieros dominados por las pérdidas. Entre octubre y diciembre, Nissan tuvo una pérdida neta de 83.200 millones de yenes (696,92 millones de euros) y prevé unas pérdidas de 265.000 millones de yenes (2.219 millones de euros) para el conjunto de su ejercicio fiscal, que concluirá en marzo.

Serán las primeras pérdidas del tercer fabricante nipón del motor desde que el franco-brasileño se hizo cargo de la presidencia de la compañía en 1999. Ghosn indicó ayer en una rueda de prensa celebrada en Tokio que el impacto de la crisis global ha excedido los cálculos de la compañía, 'con su continuo efecto en el crédito y caída en la confianza de los consumidores' como los dos 'factores más dañinos'.

La medida más visible es el recorte de 20.000 empleos, tras el cual la plantilla pasará de 235.000 a 215.000 trabajadores. Gracias a este tijeretazo, los costes laborales se reducirán en consonancia con la disminución de los ingresos, según Nissan. Durante el año fiscal 2009, la mano de obra en países de alto coste se reducirá un 20%, pasando de 875.000 millones de yenes (7.317 millones de euros) a 700.000 millones de yenes (5.854 millones de euros).

La compañía aplicará diversas medidas para recortar un 20% la producción en todo el mundo

Pero ésta apenas ha sido una de las medidas propuestas por Carlos Ghosn, un directivo muy dado a trazar planes -y cumplirlos casi siempre-. La compañía cancelará sus planes de construir una planta en Tánger. Además, al final del ejercicio fiscal las inversiones se reducirán un 21% con respecto a las de 2007, y en 2009 se llevará a cabo otra reducción del 14%, para pasar de un total de 384.000 millones de yenes (3.212 millones de euros) en 2008 a menos de 330.000 millones de yenes (2.762 millones de euros) en 2009.

Además, el pago de bonificaciones a los miembros del comité ejecutivo será eliminado en año fiscal 2008. A partir de marzo y hasta que la situación mejore claramente, los sueldos de los miembros de los principales ejecutivos se reducirán hasta en un 10%. Los stocks serán controlados de forma 'muy estricta'. En marzo de 2008, el inventario sin vender ascendía a 630.000 unidades; este nivel se reducirá un 20%, pasando a 480.000 unidades en marzo de 2009. También se redimensionará la producción, con eliminación de turnos, días de no producción y reducción de la jornada de trabajo. Estas acciones recortarán la producción mundial en 787.000 unidades, una disminución del 20% con respecto a lo planificado para el cierre del año fiscal 2008.

La medida anunciada ayer por Carlos Ghosn incrementa hasta 63.710 trabajadores los afectados por los recortes en la industria de la automoción desde septiembre. En España, unos 100.000 empleados -entre las redes de distribución, los fabricantes de automóviles y los de componentes- se han visto afectados por expedientes de regulación de empleo.

El plan de despidos no implicará nuevas medidas de ajuste en sus factorías españolas

El grupo automovilístico no plantea ajustes adicionales para sus plantas españolas. Alfredo Castaño, portavoz de la compañía, aseguró que entre los 20.000 despidos previstos por la compañía ya se incluyen las 1.600 bajas incentivadas previstas para la fábrica de la Zona Franca de Barcelona. Asimismo, indicó que el recorte tampoco afectará a su planta de Ávila, donde ayer ya empezó a aplicarse un expediente de regulación de empleo temporal de 114 días hasta el 31 de octubre de 2009.Nissan presentó hace una semana un plan de bajas incentivadas para reducir de personal en su factoría barcelonesa. Su intención es fijar la plantilla de 2.800 empleados, lo que implicaría prescindir de 1.680 puestos de trabajo, los mismos que propuso en el expediente de regulación de empleo (ERE) que anunció el pasado mes de octubre y que retiró en enero, a cambio de iniciar un proceso de diálogo con los sindicatos. Hasta el momento se han acogido al programa de bajas incentivadas un total de 226 personas, aunque con las condiciones establecidas en el primer ERE, es decir, una indemnización mínima de 8.000 euros que se incrementaba, según los años de trabajo en la empresa, hasta un tope de 60.000 euros. Ahora, Nissan plantea una indemnización mínima de 20.000 euros a los trabajadores que lleven menos de dos años en la empresa. Esta cifra se va incrementando, según la antigüedad, hasta llegar a un límite de 120.000 euros. El objetivo es que se acojan cerca de 1.450 trabajadores.El portavoz no se pronunció sobre la posibilidad de que Nissan fabrique dos nuevas furgonetas en la Zona Franca de Barcelona, lo que se traduciría en una inversión de 306 millones. 'No hay ninguna decisión tomada ni nada adjudicado', señaló.

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