Un consejero de Aguirre dimite por la trama de corrupción del norte de Madrid
Aún no ha recuperado el sosiego tras el escándalo del espionaje en Madrid y ahora le estalla en las manos una presunta trama de corrupción en el noroeste de la comunidad que ayer condujo a la dimisión del consejero de Deportes, Alberto López-Viejo. Mariano Rajoy dio por fin la cara para anunciar una investigación interna y medidas 'contundentes' contra los supuestos responsables. El alcalde de Boadilla del Monte, que se negaba a dimitir del cargo, lo hizo ante la presión de ser censurado.
La dimisión de López-Viejo fue anunciada a media tarde por la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre. El nombre del consejero madrileño de Deportes sale a relucir en la investigación judicial que dirige Baltasar Garzón, destapada el pasado viernes tras el registro de las sedes de dos de las empresas que hasta 2004 habían organizado diferentes eventos para el PP y, con posterioridad, habían participado en operaciones urbanísticas de dudosa legalidad en varios ayuntamientos de la zona noroeste de Madrid regidos por alcaldes del citado partido. En esta operación, fueron detenidos los empresarios Francisco Correa y Pablo Crespo, ex secretario de Organización del PP gallego, Antoine Sánchez, Felisa Jordán y Mari Carmen Rodríguez. Se les imputan delitos de cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, fraude fiscal y asociación ilícita.
López Viejo accedió a la Consejería de Deportes en junio de 2007 y con anterioridad había sido concejal de los Ayuntamientos de Alcobendas y Madrid, donde fue responsable del servicio de Limpieza. Su gestión fue polémica y también se vio envuelta en escándalos.
Aguirre anunció la dimisión de López-Viejo, así como la del director general del Mercado Puerta de Toledo y ex alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega. Interpretó ambas dimisiones como gesto de buena voluntad. 'López-Viejo no ha hecho nada ilegal, sólo ha contratado con las empresas que investiga el juez, no está implicado en la trama', dijo la presidenta.
'Todo esto es terrorífico', reconoce un miembro de la dirección del partido
Horas antes de conocerse esta dimisión, Rajoy compareció en la sede nacional de su partido para anunciar tres medidas: la personación de su partido en el sumario que instruye la Audiencia Nacional por presunta corrupción urbanística en el noroeste madrileño, la apertura de una investigación interna para depurar posibles responsabilidades entre militantes del PP y la aceptación de la teórica dimisión del alcalde de Boadilla del Monte, el popular Arturo González Panero. Momentos después de esta comparecencia se conocía que el propio alcalde había desmentido haber presentado la dimisión e iniciaba un pulso con la dirección regional del partido que, finalmente no pudo sostener, al intervenir el secretario general del partido en Madrid, Francisco Granados, que le amenazó con la moción de censura..
Alarmado por el alcance de la trama y por el malestar que su pasividad había sembrado en el PP, Rajoy decidió dar ayer la cara. 'Todas las contrataciones que ha hecho esta casa se han hecho en el marco de la legalidad... Las donaciones que ha recibido este partido se han ajustado a la ley... Este partido jamás ha recibido donación alguna de las cinco personas que han sido detenidas', afirmó el líder del PP. Fuentes del partido temen que salgan nuevos datos que dañen más la imagen del partido. La dirección está muy preocupada por lo mucho que se juega en las elecciones gallegas y vascas del 1 de marzo. 'Todo esto es terrorífico', dicen.
Concesiones bajo sospecha también en Valencia
La trama que investiga el juez Baltasar Garzón tiene una conexión en la Comunidad Valenciana a través de la empresa Orange Market, sociedad vinculada a las que han provocado las detenciones en Madrid y que ha trabajado tanto para la Generalitat Valenciana como para el PP regional en campañas y congresos, informa Joaquim Clemente. El responsable de la empresa es Álvaro Pérez, muy conocido en el entorno del PP valenciano.Garzón ordenó el viernes el registro de la sede de la empresa y requirió a la Consejería de Turismo documentación de la adjudicación del contrato del pabellón de la Comunidad en Fitur. Orange Market ha ganado este concurso desde 2004. Ayer, la consejera de Turismo, Angélica Such, reconoció que se le adjudicó el contrato pese a ser la oferta más cara.Orange Market logró esa adjudicación, por cuarto año consecutivo, tras presentar una oferta económica de 789.500 euros, mientras que las otras cinco mercantiles que optaron al concurso propusieron 779.320 euros, 776.150 (dos de ellas), 713.500 y 706.400. Otra empresa se presentó fuera de plazo.La consejera añadió que Orange Market fue la única empresa que consiguió los 20 puntos de que constaba el concurso, en el que la oferta económica suponía el 50%, la creatividad el 30%, la creación de un elemento unificado el 15% y las mejoras un 5%.La Generalitat ve 'testimonial' su relación con la empresa.
'No seré cabeza de turco'
Lo que no esperaba Mariano Rajoy era que el alcalde de Boadilla, Arturo González Panero, iniciara un pulso con el partido negándose a dimitir. 'Esta misma mañana, el alcalde de Boadilla, para no hacer daño a su partido, según nos ha dicho, y declarándose inocente, ha puesto su cargo a disposición del PP de Madrid y su secretario general y su presidenta han aceptado la puesta a disposición y el alcalde, por tanto, dejará de ser alcalde de esa localidad', dijo rotundo Rajoy.Minutos antes, sin que Rajoy lo conociera cuando ofreció la rueda de prensa, Arturo González Panero, le desmentía: 'No voy a poner el cargo a disposición de mi partido. No me voy a convertir en cabeza de turco de nadie. ¿Por qué tengo que dimitir, si ni siquiera he sido citado como testigo o como imputado por el juez Garzón?', se preguntó.Intervino entonces, Francisco Granados, el secretario del PP de Madrid, que sí le convenció para que dimitiera.