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Crónica de Manhattan
Crónica
Texto informativo con interpretación

A la búsqueda de ideas nuevas

Semanas antes de tomar posesión, Barack Obama admitió que iba a necesitar mucha asesoría económica y no contento con los organismos y cuerpos de consultores ya creados a tal efecto, dijo que iba a formar otro consejo con una misión temporal, formado por personas de distintas sensibilidades económicas. El objetivo es que este grupo ofrezca puntos de vista distintos a los que se oyen en la caja de resonancia ideológicas en la que suele convertirse Washington.

El pasado viernes, cuando presentó a este cónclave de 16 personas dijo que lo que quería es que se exploraran todas las alternativas para enderezar la economía.

La composición del grupo no puede satisfacer a todo el mundo. Hay empresarios de industria, líderes del mundo de las finanzas y del sindicalismo, pequeños y grandes empresarios, además de economistas. Pero ni están todos los que son, ni son todos los que están; además hay una ligera inclinación hacia posiciones más progresistas, pero si es verdad que 100 economistas tienen 101 teorías distintas, Obama va a tener, en cualquier caso, mucho en lo que pensar.

El más importante de todos ellos, porque es quien dirigirá el grupo, es de la cuerda del presidente. Una de las figuras más influyentes en la economía de EE UU, el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker. El predecesor de Alan Greenspan ya fue asesor de Obama en la campaña y ahora está a la cabeza de este equipo en el que también hay una importante figura senior identificada con el pensamiento conservador, Martin Feldstein.

Catedrático de Harvard, este hombre de 70 años fue consultor jefe de Ronald Reagan. El actual asesor de Obama, Larry Summers, y los que lo fueran de George Bush, Glenn Hubbard y Larry Lindsey fueron sus alumnos. Su influencia con Bush le convirtió en el inspirador de su fallido plan de privatización parcial del sistema público de pensiones. No obstante, siendo asesor de campaña de John McCain dejó muchas bocas abiertas al abogar por un estímulo fiscal de corte keynesiano, como el que ha propuesto Obama.

El grupo se nutre además con empresarios como Jeffrey Immelt y Jim Owens, máximos responsables de General Electric y Caterpillar, respectivamente. Charles Phillips, director de Oracle y la presidenta de Classic Residence by Hyatt, Penny Pritzker, miembro de la acaudalada familia del mismo apellido, también forman parte de este grupo. Pritzker participó en la campaña de Obama.

Y no es la única mujer. Laura D'Andrea Tyson, decana de la escuela de negocios de Berkeley y asesora de Bill Clinton; Mónica Lozano, consejera delegada del mayor diario hispano, La Opinión; y la sindicalista Anna Burger, también se han sumado a este comité de búsqueda de ideas.

Del mundo de las finanzas, se incorporan Robert Wolf, consejero delegado de UBS Americas y Mark Gallogly, fundador de la empresa de capital riesgo Centerbridge. Ambos fueron recaudadores de la campaña del presidente. John Doerr, un especialista en capital semilla en Sillicon Valley; William Donaldson, el más breve presidente de la SEC con Bush; los gestores, David Swensen, encargado de la tesorería de la Universidad de Yale, y Roger Ferguson del fondo de pensiones TIAA-CREF, completan junto con otro sindicalista, Richard Trumka, un comité de sabios que tiene ahora la difícil tarea de encontrar una sola voz para guiar al presidente.

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