El viaje del 'Discóbolo' de Londres a Alicante
El Museo Arqueológico de Alicante expondrá a partir de abril la famosa escultura, que sale por primera vez del British Museum.
Charles Townley (1737-1805) fue uno de los más importantes coleccionistas de su tiempo. Llegó a ser patrono del British Museum y a su muerte la institución adquirió su célebre conjunto de esculturas clásicas mediante una Ley del Parlamento. Una adquisición que transformó la colección del museo. Así llegó el Discóbolo al Museo Británico. Una copia en mármol del original de bronce cincelado por el escultor griego Mirón, encontrada en 1791 en la villa del emperador Adriano en Tívoli, en las afueras de Roma. La escultura del atleta en el momento de lanzar el disco abandona por primera el museo londinense para ser exhibida en Alicante.
El Discóbolo es la estrella de la exposición La belleza del cuerpo. Arte y pensamiento en la Grecia Antigua, que el Museo Arqueológico de Alicante (Marq) mostrará en sus salas entre abril y octubre. 'Es la mayor exposición itinerante que el Departamento de Grecia y Roma ha reunido nunca', informan en el museo británico. En total 125 obras en las que se podrá apreciar la forma en que los griegos antiguos representaban el cuerpo humano.
Los técnicos de los dos museos -ambas instituciones ya colaboraron en la exposición de arte asirio Arte e Imperio- empezaron hace aproximadamente un año a preparar la muestra, según Manuel Olcina Domenech, director técnico del museo español y comisario de la exposición junto con Ian Jenkins, responsable de colecciones de la Grecia Clásica del Museo Británico, y Victoria Turner, conservadora de esta institución.
La escultura llegará a Alicante por transporte terrestre
El Discóbolo fue la primera pieza que los comisarios seleccionaron. Después el Gobierno británico emitió el certificado de idoneidad que despejaba el camino para la llegada de la obra a España. 'Teniendo en cuenta el tema de la exposición y que el atletismo es un tema central en la escultura griega y en su concepción de la belleza, es natural incluir el Discóbolo, la obra estrella de la exposición y una de las imágenes más famosas del mundo antiguo, por su representación del ideal atlético y por la calidad de su composición', explican en el museo propietario de la escultura.
En marzo comenzará el periplo del Discóbolo. Hasta el 15 de febrero se mantendrán en el Marq las exposiciones temporales Elda, arqueología y museo y Artifex y a partir de entonces, desmontadas éstas, se habilitarán sus tres salas temporales para acoger esta exposición, cuyo comité de honor presidirá la Reina. El montaje museográfico incluye vitrinas, iluminación, escenografías, grafismos, etc., con el objetivo de que todo esté a punto para recibir las piezas.
En Londres comenzará el proceso de embalaje, traslado e instalación de la escultura y el resto de piezas bajo la supervisión de sus técnicos. El Discóbolo es una escultura de mármol que mide 1,7 metros. El traslado de este tipo de obras se suele encargar a empresas especializadas en el transporte y manipulación de objetos de arte. Viajan en cajas especiales, en unas condiciones ambientales similares a las existentes en sus museos. Las condiciones de la operación suelen estar debidamente detalladas en el contrato de préstamo de la obra.
El transporte del Discóbolo será por tierra, a través del túnel ferroviario bajo el Canal de la Mancha. La seguridad de los objetos de arte es un aspecto fundamental en el Museo Británico, institución que tiene un extenso programa de préstamo de piezas y exposiciones temporales -cada año, alrededor de 1.700 objetos de la colección viajan a museos y galerías fuera del Reino Unido-. Los objetos son vigilados por personal especializado en bellas artes, acompañados siempre por restauradores o conservadores.
En toda exposición temporal interviene un correo. Virginia Salve, del Museo Arqueológico de Madrid, ha actuado como correo en varias ocasiones, y explica que entre sus funciones está responsabilizarse de los trámites de aduanas, estar siempre presente en el momento de la apertura de la caja que contiene la obra, supervisar su instalación, entregar la documentación en el museo de acogida y estar pendiente de que se cumplen las condiciones de luz, humedad y temperatura exigidas.
En el Museo Británico requieren informes de las instalaciones de las sedes y se aseguran que sus requisitos de entorno y seguridad se cumplen. En el Marq han tenido que adoptar algunas medidas de refuerzo. 'La mejora de las condiciones ambientales idóneas para una correcta conservación de las piezas es una preocupación constante, tanto para las muestras que llegan, como para las que forman la exposición permanente', declara Manuel Olcina.
Porque toda precaución es poca, uno de los papeles indispensables en el expediente de préstamo es una póliza de seguros. Corre a cargo de la institución que ha solicitado el préstamo y la tasación siempre supera el valor de la obra (no es extraño que la doble). Tras su paso por Alicante, la exposición continuará su gira mundial por Asia y América del Norte. El Discóbolo está listo para su grand tour.
125 bellezas clásicas
La exposición La belleza del cuerpo. Arte y pensamiento en la Grecia Antigua, coordinada por el Museo Arqueológico de Alicante y el Museo Británico, reunirá 125 obras excepcionales. Esculturas, mármoles, cerámicas, terracotas, bronces, monedas y escrituras, algunas de ellas nunca antes exhibidas fuera del Museo Británico.'En España esta muestra es un hito, comparable quizá con la que en estos momentos exhibe el Museo del Prado Entre Dioses y Hombres', opina Manuel Olcina.La exposición se estructura en tres bloques temáticos: Ideal de belleza, Carácter y realismo y Hacia el Olimpo.El Discóbolo viajará a Alicante acompañado de otras obras representativas del arte griego, como una figura de las islas Cícladas, fechada en el tercer milenio a. C, el objeto más antiguo de la exposición, que muestra una simple concepción abstracta del cuerpo femenino. De la institución londinense destaca también una estatuilla de bronce de Zeus, que muestra influencias de la colosal estatua de su santuario en Olimpia, una de las Siete Maravillas del mundo antiguo.Además, The Westmacott Youth. Una estatua que posiblemente conmemora la victoria de un atleta en los juegos y su posesión de la belleza física combinada con la excelencia moral. Con un peso sobre la pierna, su cabeza esta girada hacia el espectador para demostrar su modestia.
El caso de la 'Dama de Elche'
El préstamo de obras de arte suscita el debate en el mundo de los museos. Los conservadores defienden que las obras se muevan lo menos posible para evitar su deterioro. Pero lo cierto es que préstamos como La Anunciación de Leonardo Da Vinci al Museo Nacional de Tokio o La liebre de Durero al Museo del Prado, por citar dos casos que generaron polémica, son garantía de éxito de una exposición.En mayo de 2006 la Dama de Elche recorrió en un camión blindado la distancia entre el Museo Arqueológico de Madrid y el Palacio de Altamira de Elche, donde permaneció expuesta hasta noviembre. Nueve años antes, el Ministerio de Cultura de Esperanza Aguirre había rechazado el préstamo temporal de la escultura más conocida del arte ibérico que habían solicitado las autoridades valencianas, siguiendo el consejo de la Comisión de Museos.El viaje de la Dama de Elche a su ciudad comenzó en 2005 con la creación de una comisión de expertos para analizar el estado de la obra. Los análisis técnicos animaron a la comisión a considerar como posible el traslado, finalmente aprobado por el Patronato del museo.De ese modo, la escultura regresó a Elche tras más de 40 años de ausencia y lo hizo en las condiciones especiales que rodean el traslado de toda obra de arte. En este caso, además, se añadía la expectación de los medios de comunicación, especialmente los del Levante, permaneciendo algunos en el exterior del Museo Arqueológico hasta que a las tres de la tarde salió el camión que transportaba la escultura, escoltada por los cuerpos de seguridad del Estado y responsables del Ministerio de Cultura.Carmen Calvo, anterior ministra de Cultura, supervisó el embalaje en presencia de la prensa. La Dama de Elche se instaló en una caja antichoque y antivibración, con el interior aislado del calor y la humedad. En algunos puntos, cámaras de televisión filmando el recorrido, lo que obligó a la escolta policial a desviarse, ante el temor de que se tratara de una amenaza delictiva. A la entrada del término municipal ilicitano, la policía municipal guió al convoy por las avenidas despejadas de coches. Alrededor de las ocho y media de la noche, la Dama llegaba en buen estado al museo.Durante su estancia en Elche, la escultura estuvo cubierta por una póliza de Mapfre. Se tasó en 15 millones de euros, muy por encima del mercado de las escasas obras escultóricas ibéricas disponibles, pero similar o por debajo del valor de seguro de algunos cuadros de pintores españoles más emblemáticos, por lo que se consideró que la tasación era la justa.